Diana Quiroz, la mexicana que irá a los Nobel: ¿El futuro de México? No, gracias, ya tenemos un Javier Duarte

Alberto Kousuke De la Herrán Arita
10 marzo 2018

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La frase de moda es "el peor enemigo de un mexicano, es otro mexicano".

 

No lo digo por el carnaval mediático que desató la respuesta de ciertas personas al atuendo de Eiza González durante la ceremonia de los Premios de la Academia. Me refiero al caso de la joven ingeniera en mecatrónica del Instituto Tecnológico de La Laguna (ITL, Coahuila), Diana Quiroz.

 

Diana Quiroz Casillas asistirá el próximo diciembre al "Stockholm International Youth Science Seminar", durante la semana de los Premios Nobel en Suecia.

 

Diana ganó el certamen "Expo Ciencias 2017", con el proyecto titulado: "Aplicaciones regenerativas del Grafeno".

 

Para muchos mexicanos, Diana es probablemente un futuro premio Nobel, un ejemplo para los jóvenes mexicanos. No obstante, Diana es un personaje de la misma calaña que Javier Duarte, el ex gobernador de Veracruz.

 

Su historia se volvió viral gracias a que la mayoría de los medios cubrieron su historia de manera superficial. ¿Quién no se emocionaría con la buena noticia de que una joven mexicana de 22 años trabaja en un proyecto que la está llevando directo a los Premios Nobel? Una noticia muy ad hoc para publicar en el Día Internacional de la Mujer.

 

En efecto, Diana estará en Estocolmo justo cuando se lleve a cabo la entrega de los Premios Nobel; empero, ella irá a un seminario estudiantil, no a la entrega de los premios.

 

Este galardón lo obtuvo gracias a su triunfo en el concurso "Expo Ciencias 2017".

 

Cabe mencionar que su madre, la maestra en ciencias Sandra Salomé Casillas Bolaños, profesora investigadora del Instituto Tecnológico de La Laguna, es coordinadora del evento.

 

Dejemos de lado esta sospechosa victoria y enfoquémonos en su trabajo con el grafeno. El grafeno es una sustancia compuesta por carbono puro, con átomos dispuestos en un patrón regular hexagonal. El grafeno es de los materiales más duros y fuertes, superando la dureza del diamante y es doscientas veces más resistente que el acero. Por sus propiedades, se ha convertido en el santo grial de la nanotecnología.

 

Diana Quiroz afirma que el grafeno tiene un sinfín de aplicaciones terapéuticas, particularmente, la regeneración de tejidos dañados. ¿Dónde están los datos que sustentan estas declaraciones? En ningún lado. Existen unas cuantas publicaciones científicas sobre el posible uso del grafeno para tratar cáncer, pero son pocas e inconclusas.

 

El único trabajo realizado por Diana Quiroz, es el de promocionar la empresa familiar "Alquimex" (http://www.alquimex.com/en/home/), la cual tiene una línea de productos adicionados con moléculas exóticas como grafeno y oro, que prometen curar todo tipo de padecimientos. Productos con precios módicos, desde 27 hasta 1200 dólares.

 

Gracias a la popularidad de Diana, hordas de enfermos crónicos y terminales han empezado a tomar estos suplementos milagrosos, desesperados por encontrar una cura a su padecimiento.

 

Para la mala suerte de estos pobres y desesperados enfermos, este tratamiento es igual de efectivo que las quimioterapias a base de agua que se administraron a niños con cáncer durante la administración de Javier Duarte.

 

Este tipo de charlatanería es una práctica común en México, perpetuada por médicos, pseudo-científicos, nutriólogos, empresarios, y políticos. Una gran gama de profesionistas mexicanos, unidos por una falta de escrúpulos y el deseo de lucrar con la desesperación e ignorancia del pueblo mexicano.