Diplomacia de la esperanza

Rodolfo Díaz Fonseca
16 enero 2025

Al reunirse con miembros del cuerpo diplomático acreditado ante el Vaticano, el Papa Francisco exhortó a los embajadores a ejercer una Diplomacia de la esperanza, “para que las densas nubes de la guerra puedan ser barridas por un renovado viento de paz”.

Bergoglio reconoció los beneficios del progreso científico para la humanidad, especialmente en el ámbito informático y de las comunicaciones: “Nos permite simplificar muchos aspectos de la vida cotidiana, permanecer en contacto con nuestros seres queridos aun cuando están lejos físicamente, estar informados y aumentar nuestros conocimientos”.

Sin embargo, alertó también sobre sus límites y peligros, “porque a menudo contribuyen a la polarización, a restringir las perspectivas mentales, a la simplificación de la realidad, al riesgo de abusos, a la ansiedad y, paradójicamente, al aislamiento, en particular por el uso de las redes sociales y los juegos en línea”.

Agregó que esta Diplomacia de la esperanza debe incluir una Diplomacia de la verdad: “Allí donde falta el vínculo entre realidad, verdad y conocimiento, la humanidad deja de ser capaz de hablarse y de comprenderse, ya que le faltan los fundamentos de un lenguaje común”.

El Pontífice precisó que la Diplomacia de la esperanza incluye, asimismo, una Diplomacia del perdón: “en una época colma de conflictos abiertos y latentes, de recomponer las relaciones laceradas por el odio y la violencia, y así vendar los corazones heridos de todas esas víctimas”.

Finalmente, subrayó que la Diplomacia de la esperanza es una Diplomacia de justicia, sin la cual no puede haber paz, por lo que no podemos permanecer indiferentes ante todas las transgresiones a la humanidad: “Más bien, tenemos el deber de realizar el máximo esfuerzo por el cuidado de nuestra casa común y de aquellos que la habitan y la habitarán”.

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