El análisis de una elección judicial
La elección judicial pasó, ya fue, no sé cuántas más vendrán, pero por lo pronto y por más que quieran argumentar lo contrario, fue un fracaso, no puede verse de otra manera cuando participó alrededor del 12.7 por ciento, aun si lo redondeamos al 13 por ciento del listado nominal. La elección es legal, pero de ninguna manera puede verse como un éxito, por más análisis que se hagan, fue una elección que no fue respaldada por la ciudadanía, caso contrario a la elección del 2024 donde más de 60 millones de personas votaron.
Menos de 13 millones de personas votaron en esta selección, lo cual ni por error se acerca al supuesto de 36 millones de personas que supuestamente votaron por que la reforma judicial se realizara, ojo, no entienda que el Poder Judicial no necesitaba de una reforma, no entienda que el Poder Judicial no era susceptible de mejora, o que no hubiera corrupción o nepotismo, pero creo firmemente que el voto popular no es la opción, como lo he dicho en ocasiones anteriores, el Juez, Magistrado o Ministro se debe a la ley y a la justicia, no a sus electores.
No era muy complicado imaginar que esta elección no sería sencilla, vaya, tenemos años eligiendo a titulares del Ejecutivo (estatal y federal), diputados (estatal y federal), senadores (federales), presidencias de ayuntamientos, síndicos y regidores, y le aseguro que al día de hoy muchas personas (incluidos ellos mismos) no saben diferenciar funciones entre unos y otros, por lo que era ilógico pensar que ahora los ciudadanos podríamos diferenciar entre Magistrado, Ministro, Juez y, además, integrantes del Comité de Disciplina.
Esta elección también debe de ser recordada por los “acordeones” que se estuvieron repartiendo, los cuales indicaban por cuáles candidatos debería votarse, y que curiosamente los ganadores en la gran mayoría de los casos resultaron ser los candidatos que se indicaban en los “acordeones”. Hablando de éstos, la Organización de Estados Americanos (OEA) señaló: “...la Misión observó que las nueve candidaturas con mayor cantidad de votos a la Suprema Corte fueron promovidas por ‘acordeones físicos y virtuales’. Asimismo, se constató que seis de los nueve ministros fueron postulados por el comité del Poder Ejecutivo y los tres restantes son integrantes de la Corte actual, nombradas por el ex Presidente, lo cual levanta dudas razonables sobre la autonomía e independencia del máximo tribunal con respecto al Poder Ejecutivo”. Claro, esto es por si le interesa la opinión de la OEA, caso contrario, ni caso le haga.
La Corte quedará integrada de la siguiente manera: Hugo Aguilar (quien será el Presidente de la Corte), Lenia Batres (conocida como Ministra del Pueblo), Yasmín Esquivel (conocida por ser acusada de plagio), Loretta Ortiz, María Estela Ríos, Giovanni Figueroa, Irving Espinoza, Arístides Guerrero y Sara Herrerías; más adelante veremos un poco más sobre estos perfiles.
También se designó al Comité de Disciplina Judicial, el cual investigará y sancionará jueces y magistrados por posibles violaciones a le ley, negligencia o mal desempeño de sus funciones, son cinco sus integrantes, los cuales serán: Celia Maya García, Verónica de Gyves Zárate, Bernardo Bátiz Vázquez, Indira García, Rufino H. León Tovar. ¿Qué piensa de este Comité? ¿Piensa que tendrá un papel protagónico? El nombre sin duda es interesante.
PD 1. ¿Un acordeón no es inducir al voto? ¿No es eso un delito? No, no creo.
PD 2. El próximo año se cerrarán museos, la razón, ahorrar dinero.
PD 3. ¿Adivine cuántos votos nulos? No le diré el número exacto, pero sí le diré que fueron más que los válidos.