El cambio

Miguel Ángel González Córdova
12 marzo 2021

Hace un año, las referencias numéricas a las manifestaciones femeniles en el Día Internacional de la Mujer hablaban de miles de participantes. Este año, coincidentes estimaciones de las crónicas se basaron en centenas. Esta posible reducción cuantitativa podría atribuirse a una repercusión de la pandemia, sin embargo, esa apreciación no invalida el crecimiento del espíritu emblemático que se hace reclamo ante una política que simula reconocimiento y apoyo a los derechos de la mujer, pero que en la realidad los vulnera por comisión o por omisión, lo cual se refleja en la persistencia de un estado de injusticia e impunidad en perjuicio de género.

Siempre será lamentable el registro de hechos violentos que desvirtúan los propósitos de las acciones de libre expresión, sobre todo cuando la motivación es tan legítima como la de exigir atención a las demandas femeniles de acceso a espacios esenciales de equidad y seguridad. Se habla de infiltraciones vandálicas ajenas al objetivo de las auténticas manifestantes, versión que no puede descartarse, pues de otra forma habría que contemplar esos ilícitos como el efecto de una exacerbación, injustificada como recurso de protesta, pero entendible como estallido de una indignación atizada a través del tiempo por el machismo ancestral y la indolencia oficial.

La respuesta de la llamada Cuarta Transformación no parece atender esas demandas cuando, contra viento y marea, se reconoce y valida la candidatura de Félix Salgado Macedonio a la Gubernatura de Guerrero, pese a las denuncias de violación que, por parte de varias mujeres, pesan en el tormentoso currículum del ensoberbecido postulante, cuyo panegírico a la mujer en ocasión del 8 de marzo sólo puede interpretarse como expresión de cinismo o de burla.

Y todo confirma que Salgado Macedonio tiene vía libre como candidato hacia la jornada electoral del 6 de junio próximo, a menos que hubiese un cambio de brújula, lo cual se percibe muy poco probable por parte de un régimen que no reconoce el recurso de las rectificaciones conductuales que en política constituyen la alternativa correcta para “desfacer entuertos”. Éste es sólo un ejemplo de la actitud que las mujeres activistas reclaman como fuente de agravios en perjuicio del género, y como fragua de su indignación.

La etapa de vacunación anti Covid-19 está marchando en Sinaloa, aunque en forma tan paulatina que desborda la capacidad de espera en los residentes de Culiacán, con mucho la ciudad más afectada por la pandemia en el estado. Esto explica que algunos, o muchos de ellos estén buscando atajos subrepticios para acceder a la aplicación de la vacuna en otros municipios. Tales han sido los casos de Mocorito y Navolato.

Las autoridades de Navolato acusan que la invasión de adultos mayores culiacanenses acabó por colapsar la jornada de vacunación, en tanto, en la población de Pericos, Mocorito, fueron los propios lugareños quienes impidieron que se siguiera aplicando la vacuna a personas procedentes de Culiacán, aunque en este caso se habló también de que la inmunización no era una respuesta de solidaridad, sino que se lograba mediante una cuota de mil pesos, versión que supone la presencia de la corrupción en un marco de humanitarismo.

Pesa en Sinaloa la inadecuación de esa medida tan centralista consistente en que la vacunación en los estados sea programada por la autoridad federal, lo cual está resultando en una contraposición operativa que puede considerarse absurda, pues se está dando prioridad en tiempo a municipios con semáforo verde, y con cero casos activos de Covid-19, y se relega a Culiacán, que se mantiene en semáforo rojo, y cuya estadística fluctúa entre los 200 y los 300 casos. ¿Qué tipo de estrategia aplica la Secretaría de Salud en México?

El “chapulineo” preelectoral es censurado como una práctica mezquina, convenenciera, y sin embargo es un recurso validado para quienes buscan en la colocación política un modus vivendi que no quieren sentir interrumpido. Obligar a concluir el mandato asignado por el voto popular implicaría una reforma constitucional que la 4T no contemplaría como uno más de sus polémicos dictados de cambio.