El camino al Senado

Jesús Rojas Rivera
13 octubre 2023

A 232 días de las elecciones en 2024, donde se renovará la Presidencia de la República, el Senado, la Cámara de Diputados Federales, ocho gobiernos estatales y la Jefatura de Gobierno en Ciudad de México; en el caso de nuestra entidad, los gobiernos municipales y la Cámara local; Morena en Sinaloa es el partido con mayor preferencia registrada en al menos tres encuestas a las que este politólogo ha tenido acceso.

En promedio, el 58 por ciento de los sinaloenses tiene simpatía con el partido del Presidente de la República, a quienes 7 de cada 10 encuestados en nuestra entidad lo evalúan con una calificación de “muy buena” y “buena”. En contraparte, los partidos de oposición apenas alcanzan un 15 por ciento en las preferencias electorales.

El PAN, el PRI y el PRD como frente opositor no han terminado de convencer a los electores que tienen un marcado rechazo sobre todo con el Partido Revolucionario Institucional. Tendencia que se repite en mediciones nacionales respecto al -según la opinión de los encuestado- partido más desprestigiado de México.

La primera dificultad de los partidos políticos de cara a 2024 estará en los perfiles que presenten a la boleta más importante, que en términos electorales es sin duda la Senaduría. Las fórmulas al Senado darán el cariz al proceso local, serán los puntos referenciales sobre la que se basarán muchas de las campañas incluyendo la campaña presidencial vista desde lo local.

Morena tendrá que decidir los perfiles idóneos para garantizar que la preferencia electoral mayoritaria -tendencia- se convierta en votación efectiva -contundencia-. No hay fórmulas mágicas en esto, es la suma de conocimiento y aceptación, la trayectoria de cada aspirante y la posibilidad de atraer para la causa de su bloque, el mayor número de votos. En el caso de los ganadores, los dos perfiles que se postulen quedarán con un escaño.

La fórmula que queda en segundo lugar, o el mejor perdedor, tiene también la oportunidad de ocupar un espacio en el Senado. Y aquí es donde se presenta la primera incomodidad para el llamado “frente opositor”. Es solo un espacio y por lo menos hay dos competidores enlistados, y cada uno tiene perfiles diametralmente distintos.

Mario Zamora, el Senador priista por Sinaloa, buscará su reelección; trabaja cerca del dirigente nacional Alejando Moreno Cárdenas, mismo que comenzó una purga de militantes incómodos. El PRI en últimas fechas ha sufrido la fractura más grande en todos sus años de historia. La desbandada ha sido tal, que en varios municipios la representación política del tricolor prácticamente quedó desaparecida.

Por otro lado, desde el mismo frente opositor levanta la mano un empresario y agricultor, Sergio “Pío” Esquer, respaldado por un grupo de ciudadanos sin partido, hombres y mujeres de cámaras empresariales, otros agricultores, grupos ecologistas, organizaciones de la sociedad civil y algunos políticos.

El Frente Opositor se promueve como un espacio de apertura e inclusión, de renovación para la vida pública. Según los dirigentes de los partidos que lo conforman, el “Frente Amplio” será un vehículo para que los ciudadanos participen. Veremos que tan dispuestos están en cumplir lo dicho, ante el desaire de las dirigencias estatales que dejaron solo al Pío.

Mientras en los meses y las semanas pasadas, en el PRI Sinaloa la nota la daban las expulsiones y renuncias, el “Pío” Esquer estaba trabajando en invitaciones y sumas al proyecto de personajes atípicos, pero bien vistos en la vida pública local. El contundente destape de su aspiración manda un mensaje claro a la candidata presidencial Xóchitl Gálvez; en Sinaloa hay quienes pueden sumar a su causa, y otros que simplemente le seguirán restando. En Ciudad de México deberán tomar nota. Luego le seguimos.