El despido de Gertz Manero y las pugnas del poder

Arturo Santamaría Gómez
06 diciembre 2025

Es obvio que Gertz Manero no renunció, sino que fue despedido, ¿pero, quién lo hizo?

En los abundantes comentarios periodísticos que se han generado en los medios mexicanos, dentro de los que predominan los no afectos y muy críticos de Morena, hay dos grandes versiones. Una, minoritaria pero no irrelevante, es la que sostiene, sobre todo la plataforma regiomontana Código Magenta, que el ex Fiscal General de la República fue depuesto por la “mafia tabasqueña”, que encabezaría López Obrador, acompañado por Adán Augusto López y el hijo del ex Presidente, “Andy” López Beltrán. La opinión de los periodistas de Código Magenta no es irrelevante porque tiene decenas de miles de seguidores, pero, sobre todo, porque es aliado incondicional de Ricardo Salinas Pliego, el magnate que quiere ser candidato a llegar a Palacio Nacional en 2030 y con el cual ya coquetea abiertamente el PAN. No obstante, la estridencia con la que esta plataforma periodística sostiene su interpretación, acompañada por otras voces, como la de Adela Micha, no ha convencido a otros comentaristas relevantes como casi todos los que escriben en el diario Reforma, el Universal, Milenio o comentan en Radio Fórmula.

¿Qué es lo que dice Código Magenta? Que López Obrador obligó a Claudia Sheinbaum a expulsarlo, por supuesto disfrazado a través de una embajada, para que sus indagaciones sobre el huachicoleo, tanto de los oficiales de la Marina como el de Raúl Rocha- ex CEO de Miss Universo- no se llevaran hasta sus últimas consecuencias porque, según los periodistas regiomontanos, tocarían directamente a “la mafia tabasqueña”. Esa acción, dice Magenta, ha terminado por cercar férreamente a la Presidenta.

La otra versión de los críticos de la 4T es totalmente opuesta: Claudia Sheinbaum se deshizo de Gertz, más que por ineficaz, para fortalecer, con Ernestina Godoy como nueva Fiscal y al lado de Omar García Harfuch, la estrategia de seguridad, su área de gobierno más fuerte y con más éxitos. Incluso para analistas como Sergio Fernández Menéndez, muy escuchado en la oposición política y cercano a Salinas Pliego, esa decisión de la Presidenta Sheinbaum – ilegal y autoritaria, según Silva Herzog Márquez, severo crítico de la 4T - fue el primer acto de autoridad de su gobierno frente al poder de López Obrador.

Esta interpretación es la predominante entre los analistas distantes de Morena, sin que ello quiera decir que simpatizan con la doctora Sheinbaum. Simplemente, observan que, en la disputa por el poder dentro de la 4T, la inquilina de Palacio Nacional ha dado un paso importante para cobrar autonomía ante el famoso habitante de Palenque.

Esta lectura parece más convincente cuando, frente a las declaraciones de López Obrador de que él saldría a defender a la primera mandataria si sus enemigos atentaran contra la democracia, intentaran un golpe de Estado o violentaran la soberanía mexicana, la doctora Sheinbaum declaró que ninguna de las tres circunstancias está presente, diciendo implícitamente que no es necesario que el ex Presidente regrese a las calles a hacer política para respaldarla porque ella no es una gobernante débil.

Andrés Manuel López Obrador, en su mensaje oculto, utilizando la circunstancia del lanzamiento de su más reciente libro, estaba diciendo que, ante un eventual debilitamiento político de la Presidenta, él con su poder, tanto al interior de la 4T como dentro de las masas populares, la defendería. La declaración del caudillo tabasqueño fue un exceso porque a ningún Presidente o Presidenta les pueda sonar aceptable que alguien sin poder institucional diga que va a defender a quien sí lo tiene. O si no fue un exceso fue una declaración inconsciente para decir que él tiene más poder que la Presidenta Sheinbaum.

Es muy probable, entonces, que en esta nueva coyuntura que se abrió con el despido de Gertz Manero, estemos viendo un nuevo capítulo de las disputas por el poder al interior de Morena y el conjunto de la 4T, donde, en efecto, parece que la Presidenta Claudia Sheinbaum se empodera con el cambio en la Fiscalía, al menos por el momento. Ya veremos que pasa el próximo 6 de diciembre, con la concentración a la que ha convocado en el Zócalo para demostrar que ella es la que tiene el poder en el gobierno y para demostrar su fuerza ante las recientes movilizaciones opositoras.

Antes del despido del ex Fiscal la Presidenta Sheinbaum parecía debilitarse ante grupos de poder de Morena que fueron derrotados por ella en la disputa por la candidatura de Morena a la Presidencia y ante la ubicuidad de López Obrador; sin embargo, en un movimiento muy rápido e inesperado da un manotazo de autoridad y se recupera.

Si lo anterior es cierto y no pasa otra cosa en sentido contrario, lo cual no es descartable ante la inestabilidad, la maleabilidad y las pugnas internas de la 4T, por la alta popularidad que la doctora Sheinbaum aún conserva hacia afuera, en marzo o abril del próximo año estará en condiciones de poder decidir la mayoría de las y los que, de facto, serían las candidatas y candidatos a gobernadores y al Congreso de la Unión en 2027.

En octubre pasado la Facultad de Ciencias Sociales, institución de la UAS en el Campus de Mazatlán, celebró 51 años de ser fundada. En 2025 no pudo celebrar su medio siglo de vida por el inicio de la guerra narca. No se ha escrito su historia, pero puede afirmarse que es una de las instituciones con mayor impacto académico, social y cultural en Sinaloa, en general, y en Mazatlán en particular. Cientos de sus egresados se han convertido en reporteros, comunicadores e influyentes periodistas en todo el estado. De ahí han egresado destacados miembros de todos los partidos políticos. Destacados escritores y académicos han brindado numerosas obras a miles de lectores. No pocos egresados brillan en instituciones académicas del extranjero. En fin, ha cumplido con su cometido de formar mujeres y hombres que sirvan a la sociedad.