El gran protocolo

Rodolfo Díaz Fonseca
24 abril 2018

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La palabra protocolo significa “primer pegamento”, debido a que en la antigüedad era la primera envoltura pegada que tenía un rollo. Recordemos que los libros no existían como los conocemos, sino que originalmente eran rollos o pergaminos.
 
Posteriormente, el término se utilizó para expresar que un documento era oficial o auténtico, uso que todavía se conserva. A la vez, se amplió su significado para designar las reglas que se observan en cuestiones cortesanas, diplomáticas, sociales y en diversas normas de comportamiento.
 
En la Exhortación Gaudete et Exsultate, en Papa Francisco recordó que Jesús habló de un gran protocolo por el cual seríamos juzgados y que permitiría reconocer a sus auténticos discípulos: “Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme ( Mt 25,35-36)”.
 
“Por lo tanto, ser santos no significa blanquear los ojos en un supuesto éxtasis... En este llamado a reconocerlo en los pobres y sufrientes se revela el mismo corazón de Cristo, sus sentimientos y opciones más profundas, con las cuales todo santo intenta configurarse”.
 
Bergoglio alertó sobre dos errores ideológicos: el de quienes sostienen que los cristianos solamente deben preocuparse por mantener una unión personal con Cristo, sin importar la entrega al prójimo; “quitándole esa mística luminosa que tan bien vivieron y manifestaron san Francisco de Asís, san Vicente de Paúl, santa Teresa de Calcuta y otros muchos”; y la de quienes ven con sospecha el compromiso social, “considerándolo algo superficial, mundano, secularista, inmanentista, comunista, populista. O lo relativizan como si hubiera otras cosas más importantes o como si solo interesara una determinada ética o una razón que ellos defienden”.
 
¿Observo fielmente el gran protocolo?
 
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@rodolfodiazf