Entrampada todavía la comercialización de maíz

Eduardo Paláu
14 junio 2019

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epalaublanco@yahoo.com.mx




En mi última colaboración relaté el punto de quiebre en que se encuentra la agricultura en Sinaloa, con el maíz, frijol y garbanzo. Los tres cultivos con importantes excedentes de oferta. Producto de la escasa o nula diversificación de cultivos. El maíz había llegado a la misma situación de sobreoferta que los otros dos, porque no hay cultivos alternativos que sean rentables para el agricultor. 

De contar con un mercado de maíz que demanda 3.5 millones de toneladas, y la constante sobreproducción de los últimos años de 1.5 millones de toneladas adicionales, se tradujo en la necesidad de los principales acopiadores de convertirse en compradores, para no dejar volúmenes que compitieran desventajosamente con los volúmenes comercializados en agricultura por contrato. 

Cuando el volumen adicional comprado era razonable, descubrieron que había un mercado adicional rentable para su empresa. Pero cuando este volumen alcanzó los 6 millones de toneladas, se encontraron almacenando por largo tiempo esos inventarios, e inclusive generando pérdidas importantes. 

Los otros dos cultivos, garbanzo y frijol, como consecuencia del mismo fenómeno, terminaron con producción en 2018 del doble de la capacidad anual de mercado, con la misma consecuencia.

Pese a que la agricultura por contrato reportaba un interés muy cercano a la producción de casi 6 millones, cuando se llegó a la contratación, terminaron 1.5 millones de toneladas sin comprador, además de la opinión de Cargill de que la base de A x C era muy alta, por lo que contrataron sin pagar servicios de bodega. ASERCA no quiso en el pasado exigir a los compradores que cumplieran sus intenciones de compra manifestadas, o no tuvo la forma de obligarlos.

El gobierno anterior había recurrido primero a dar apoyos en coberturas a los compradores para estimular su participación, e inclusive otros apoyos que fueran un estímulo adicional para ampliar su volumen de compras. Estos fueron desapareciendo a través de los años, concentrándolos en los productores.

El gobierno actual, por su inclinación a no concederle apoyo alguno a la agricultura comercial, veía con indiferencia atender esta problemática. Apenas el viernes 8 de junio pasado, con retraso mínimo de 15 días, el nuevo coordinador general de comercialización Carlos Héctor Salazar Arriaga, en su primera visita a Culiacán, informó que se iniciaba un programa de apoyos adicionales a los compradores para que adquirieran ese millón y medio de toneladas fuera de la A x C. Con fecha 10 de junio, se publican los nuevos apoyos en función del mercado destino y su localización geográfica, que oscila de 120 a 210 pesos tonelada, para diversos volúmenes con topes máximos por sector, para el primero o segundo comprador que sean registrados en contratos a partir del 27 de mayo. Sin embargo para el miércoles y jueves pasados, dos días antes de cerrarse el periodo establecido para contratación, no había compradores interesados y los productores manifestaron su preocupación, por el plazo que vence el viernes 14 de junio. Se aplicó un parche a destiempo al esquema de comercialización. No está claro cómo resolverá el gobierno esta nueva crisis. Las coberturas ya se vendieron.
 
No se contempla (ni ahora ni en gobiernos anteriores) una solución a largo plazo - a aplicarse a partir del ciclo 2019/20- que implique objetivos de más alcance, como promover la diversificación de cultivos para la próxima temporada para organizar los mercados de acuerdo a su capacidad. 

En 1982 -1988, con el Presidente De la Madrid, Sinaloa tenía un amplio abanico de cultivos. Con la firma por Salinas del TLCAN, a partir de 1994, se tiene la necesidad de concentrar los recursos fiscales en pocos cultivos, para poder competir con nuestro principal socio comercial. Así se inicia el monocultivo del maíz. Para algunos no es viable la diversificación. Esta no se logrará mientras el gobierno no participe decididamente para empujarla. Este es un viejo problema que nunca se ha buscado decididamente una solución, que procuraré explorar en una futura colaboración.

El retraso de las siembras en el cinturón del maíz americano según el reporte del USDA  al 10 junio, se redujo la superficie en 1.3 millones de hectáreas por la excesiva humedad en los campos, que reduce la cosecha estimada en ese país en 34 millones de toneladas. La subida de la cotización a niveles cercanos al ingreso objetivo de 4 mil 150, eliminando la necesidad de apoyos muy altos.  

Pero ayer viernes se complicó más: los reportes de lluvias y campos anegados de agua continúan. La cotización de la Bolsa de Chicago de ayer viernes llegó al máximo de 4.67 dólares el bushel en el transcurso del día, que significaría una cotización para el productor de 4 mil 303 pesos tonelada. Los compradores no acudieron a contratar los excedentes. Las coberturas ya se vendieron, porque ahora ASERCA liquidará las que no se alcanzaron a vender.

Todo parece indicar que esto seguirá por el mismo camino: la improvisación. Hasta ayer seguía la situación prácticamente igual. 

El lunes estarán los productores afuera de Palacio Nacional para plantear la situación al Presidente.