Fortalecer el alma

Rodolfo Díaz Fonseca
24 septiembre 2021

Nuestro cuerpo puede estar enfermo, pero lo importante es conservar la salud del alma. Pueden acosarnos los problemas, enfermedades y angustias, pero lo esencial es mantenernos firmemente asidos al obelisco de la fe, el amor y la esperanza.

En esta época de pandemia es fundamental mantener la salud anímica y espiritual, de otra forma, los embates de incertidumbre, desinformación e inseguridad harán presa fácil de nosotros.

Así como nos preocupamos en adquirir multitud de accesorios -muchos de ellos inútiles y superficiales-, deberíamos invertir en nuestra formación, capacitación y reinvención.

Robin Sharma, en su libro “El club de las 5 de la mañana”, expresó que es preciso recuperar la capacidad de asombro y dejar de prestar nuestro servicio a una orgía de complejidades, superficialidades y distracciones tecnológicas:

“Hemos fomentado una cultura de gente apática, débil, y delicada que es incapaz de cumplir promesas, que huye del compromiso y que renuncia a sus aspiraciones cuando surge el menor de los obstáculos”.

Precisó que codiciamos deseos sin importancia y buscamos satisfacer instantáneamente necesidades triviales, las cuales son generadas por una tecnología que esclaviza en lugar de liberar.

Sin embargo, exhortó a no ser pesimistas: “Si sentís que vuestras vidas son un desastre en este momento es solo porque vuestros miedos son un poco más fuertes que vuestra esperanza. Con práctica, podéis bajar el volumen de esa voz asustadiza de vuestro interior. Y subir el tono de la faceta más triunfadora de vosotros mismos”.

Indicó que debemos romper este círculo vicioso moviéndonos en un entorno propicio: “Tu entorno moldea realmente aquello que percibes, haces y te inspira. El arte alimenta mi alma. Los buenos libros blindan mi esperanza. Las conversaciones profundas aumentan mi creatividad. La música deliciosa eleva mi corazón. Las vistas hermosas fortalecen mi espíritu”.

¿Fortalezco mi alma?