Globalización de la indiferencia

Rodolfo Díaz Fonseca
05 diciembre 2025

Hemos escuchado que la filosofía estoica pregona la total indiferencia, pero cabe matizar de qué tipo se trata. Los grandes filósofos estoicos, como Marco Aurelio, Séneca y Epicteto, hablaron de indiferencia respecto a las situaciones externas que le suceden a la persona, como los golpes de la fortuna, el dolor, la riqueza o el triunfo. Recomendaban la imperturbabilidad y serenidad ante todo lo que aconteciera, porque tras lo negativo se obtendría un bien mayor.

Al reunirse el Papa León XIV con las autoridades, representantes de la sociedad civil y el cuerpo diplomático de Turquía, en su reciente viaje a ese país, los alertó sobre otro tipo de indiferencia (no la estoica) que es mortalmente dañina, y a la que refirió su antecesor, el Papa Francisco, como la “globalización de la indiferencia”, la cual impide sentir el dolor ajeno, escuchar el grito de los pobres y mantener una actitud compasiva.

Subrayó: “Hoy más que nunca se necesitan personas que favorezcan el diálogo y lo practiquen con firme voluntad y paciente tenacidad. Tras la época de construcción de las grandes organizaciones internacionales, que siguió a las tragedias de las dos guerras mundiales, estamos atravesando una fase de fuertes conflictos a nivel global, en la que prevalecen las estrategias de poder económico y militar, alimentando lo que el Papa Francisco llamaba ‘la tercera guerra mundial a pedazos’”.

Remarcó: “¡No hay que ceder en modo alguno a esta deriva! Está en juego el futuro de la humanidad. Porque las energías y los recursos absorbidos por esta dinámica destructiva se sustraen a los verdaderos retos que la familia humana debería afrontar unida, es decir, la paz, la lucha contra el hambre y la miseria, la salud, la educación y la salvaguarda de la creación”.

¿Cedo a la indiferencia global?