Hacia una sociedad sana

En 1955, Erich Fromm publicó un libro titulado en español “Psicoanálisis de la sociedad contemporánea. Hacia una sociedad sana (The sane society, en el original inglés)”, en el que afirmó que la sociedad estaba realmente enferma, pues se vivía una patología de la normalidad.

En ese tiempo en que se carecía de Internet (que tendría su explosión genérica 40 años después), Fromm señaló que el ser humano contaba con muchos medios de distracción para escapar de su mísera realidad, sin obligarse a cambiar y transformar su entorno.

“Supongamos que en nuestra cultura occidental dejaran de funcionar sólo por cuatro semanas los cines, la radio, la televisión, los eventos deportivos y los periódicos. Cerrados todos esos medios de escape, ¿cuáles serían las consecuencias para las gentes reducidas de pronto a sus propios recursos? No me cabe duda en que, aun en tan breve tiempo, ocurrirían miles de perturbaciones nerviosas, y que muchos miles más de personas caerían en un estado de ansiedad aguda no diferente del cuadro que clínicamente se diagnostica como “neurosis”. Si se suprimieran los opiáceos contra el defecto socialmente modelado, haría su aparición la enfermedad manifiesta”.

Alguien podría pensar que si Fromm habló de sociedad enferma, hoy se tendría que hablar de una sociedad desahuciada. Sin embargo, sería un comentario demasiado funesto. Nuestra sociedad está gravemente enferma pero aún hay muchas cornisas en la que se puede afianzar el cordón de la esperanza.

Lo importante es que hagamos un buen diagnóstico y extendamos la receta pertinente para frenar los crímenes y violencia. No es adecuado cerrar los ojos y resistirse a aceptar la realidad con burdos escapismos. Tampoco sirven los mejoralitos de buenas intenciones, ni son la solución las radiaciones y quimios de policías y fuerzas armadas.

¿Contribuyo a sanear nuestra sociedad?

@rodolfodiazf