Hagamos historia...

Guillermo Osuna Hi
24 marzo 2024

Nuestra despreocupación por la cosa pública, nos ha llevado a prefigurar a la figura presidencial como el centro de solución de todos nuestros males sociales; percibimos al Presidente de la República como el poderoso hacedor de milagros y en ello, también ha incidido el vergonzoso sometimiento del Poder Legislativo a las decisiones que toma el Presidente de la República. El Poder Legislativo, perdió el sentido de contrapeso al accionar del Poder Ejecutivo, con el propósito de que el derrotero del país no quede en manos de un solo centro de mando; por supuesto, el tercer Poder, el Judicial, también juega un papel importante en ello, aunque la mayoría lo ignoremos.

Es por esa razón que en los procesos electorales donde se juega la designación de un nuevo Presidente de la República, a la par de los diputados federales y senadores, el enfoque del grueso de los votantes, se centra en la contienda entre los aspirantes a la Presidencia de la República y más aún, con la circunstancia de que en la actual, por primera vez, estamos en la tesitura inédita de que elegiremos a una mujer como titular del Poder Ejecutivo; una de ellas, Claudia Sheinbaum, representando la continuidad del actual gobierno, ella misma lo reconoce, y llevando como opositora a Xóchitl Gálvez apoyada por la triada partidista PRI-PAN-PRD y un grupo empresarial de corte conservador, teniendo como cabeza visible al empresario Claudio X González, impulsor de la conjunción de partidos, que en teoría, tienen plataformas totalmente diferentes y encontradas entre sí.

A la fecha, las encuestas levantadas por diversas agencias especializadas en la materia, indican que la candidata del partido en el gobierno, Claudia Sheinbaum, se llevará el triunfo de manera contundente. En ello, sin lugar a dudas, ha incidido la popularidad con la que goza su padrino en el poder, Andrés Manuel López Obrador; aceptación popular que parece estar blindada contra de las consecuencias de los pasivos que se han acumulado en su gestión, como son la violencia creciente, el estado deplorable del sistema de salud pública, entre otros.

Por otro lado, también, hay que reconocer que Claudia y su equipo, han venido realizando una campaña muy ordenada y consistente, prometiendo también, que el movimiento llamado de la 4T continuará en su propósito de consolidar sus logros y concretar las reformas que dejará pendientes su líder en el poder. Y ante tal dicho, uno levanta la ceja, sobre todo, ante la posibilidad de que la causa presidencial, también logre conseguir la mayoría calificada en las cámaras de diputados y senadores, lo que significaría un verdadero vuelco para la vida nacional, con el acotamiento del quehacer de los organismos autónomos o la desaparición de los mismos, así como una burda injerencia en el Poder Judicial, que acabaría con su autonomía.

Pero déjenme decirles que lo mismo ocurriría en el caso de un eventual triunfo de Xóchitl Gálvez combinado con el dominio calificado del Legislativo por parte de Morena y sus aliados.

La verdad es que, en esta ocasión electoral, resulta de vital importancia que los electores, hagamos una reflexión acerca del importante papel que juega el deseable equilibrio de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo y que, por ello, colocar nuestro voto en una misma canasta, en nada favorece a la construcción del futuro del país.

Hagamos historia, dice la candidata oficialista y sí, hagamos historia razonando a fondo nuestra decisión comicial. ¡Buenos días!

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osunahi@hotmail.com