Ideario de Mujica

Rodolfo Díaz Fonseca
15 mayo 2025

En la columna anterior, presentamos a José Mujica como político ejemplar; sin embargo, habría que matizar que no pretendemos ascenderlo al olimpo de la canonización. Era un ser humano con todos sus defectos, pero también con muchísimas virtudes.

Para algunos fue el peor Presidente de Uruguay, para otros fue el mejor; no obstante, lo que no podemos olvidar es su sencillez, humildad y coherencia. Como se dice en la introducción del libro “José Mujica, otros mundos posibles”, coordinado por el historiador y politólogo uruguayo Gerardo Caetano, fue una figura que no buscó ni encontró nunca “el limbo de las unanimidades”.

Como postrer homenaje, traeremos a colación algunas de sus frases y enseñanzas, en las que se transparenta su austeridad y ecuanimidad: “No soy pobre, soy sobrio, ligero de equipaje, vivir con lo justo para que las cosas no me roben la libertad”.

Al contemplar a muchas personas que cambian cuando asumen el poder, expresó: “El poder no cambia a las personas, sólo revela quienes verdaderamente son”.

Respecto a la pobreza, explicó: “Pobres no son los que tienen poco. Son los que quieren mucho. Yo no vivo con pobreza, vivo con austeridad, con renunciamiento. Preciso poco para vivir”.

En cuanto a luchar por el ideal de un mundo mejor, señaló: “Pertenezco a una generación que quiso cambiar el mundo, fui aplastado, derrotado, pulverizado, pero sigo soñando que vale la pena luchar para que la gente pueda vivir un poco mejor y con un mayor sentido de la igualdad”.

Sobre la sociedad de consumo, indicó: “hay que vivir comprando y tirando, y lo que estamos gastando es tiempo de vida... la única cosa que no se puede comprar es la vida. La vida se gasta. Y es miserable gastar la vida para perder libertad”.

¿Tengo un ideario?