Información, la pieza faltante contra el cambio climático

Artículo 19
29 diciembre 2025

La información importa, tanto para la parte gobernante como para la parte gobernada. Para la primera, para construir políticas públicas pertinentes y accionables, basadas en evidencia, datos y no en meros espejismos o suposiciones. Para la segunda, para poder participar en la esencia de la vida democrática al tomar, exigir y apoyar decisiones informadas a nivel colectivo, y para conocer cuáles son -a nivel individual- aquellos recursos, riesgos y circunstancias a los que hay que poner especial atención.

La emergencia climática reitera la importancia de la información en la vida de la ciudadanía. Estamos atestiguando los efectos tan devastadores que tiene el cambio climático en nuestras localidades, lamentablemente, casi como un relato en tiempo real. De acuerdo con datos de Greenpeace, sus efectos se palpan en México, principalmente a través de altas temperaturas, tormentas intensas, aumento de sequías y subidas del nivel del mar. Pero basta con leer la cobertura de los medios de comunicación para ponerles nombres a las personas y comunidades que han sido víctimas de estos fenómenos.

A inicios de 2025, el equipo del Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM mostró evidencia alarmante: 2024 fue el año más caluroso desde que se tiene registro, con una anomalía de temperatura promedio de 2.14 ºC respecto al periodo 1900–1930. Peor aún: mientras que el promedio global de calentamiento ha sido de 2°C por siglo, la tasa de calentamiento en México desde 1975 ha sido de 3.2 ºC. Esta cifra es una alerta clara. Significa que millones de personas en el país vivieron condiciones extremas que afectan la salud, la seguridad alimentaria, el acceso al agua y la infraestructura básica.(1)

Ante este contexto, necesitamos información para cuidarnos, protegernos y evitar mayores desastres. La falta de información puntual, clara y pertinente sobre los distintos elementos e impactos del cambio climático es en sí misma una vulnerabilidad.

El derecho a la información tiene la potencialidad, sobre todo, de salvar vidas. Solo con ella las personas pueden acceder eficientemente a los recursos necesarios para protegerse de los desastres causados por el cambio climático. Información sobre estrategias preventivas, de asistencia humanitaria, de reconstrucción y de recuperación es particularmente crucial. En ese sentido, la población tiene el derecho de estar informada adecuada, oportuna y pertinentemente sobre los alcances e impactos del cambio climático para la toma de decisiones para salvar sus vidas y resguardar sus pertenencias.

A pesar de que el Estado mexicano, a través de diversos instrumentos, está obligado a crear, registrar, difundir y promover información pertinente en materia de cambio climático, muchas veces dicha información resulta inexistente, no actualizada o no se encuentra en formatos adecuados o accesibles para consulta.(2) Esta falta de información vuelve a la población en México, un país marcado con desigualdad, particularmente vulnerable a fenómenos naturales, y sobre todo a comunidades que históricamente han sido olvidadas y relegadas en atención y provisión de servicios y productos públicos.

Las circunstancias y la devastación hacen inexcusable la ausencia de políticas públicas de información y transparencia proactiva para la prevención de desastres.

La información no se limita a los riesgos climáticos, sino a las medidas destinadas a su mitigación y a las políticas de adaptación climática.

Como la coalición NOSSA ha documentado en su informe Cuidar lo que importa, el presupuesto ambiental en México ha sufrido recortes sistemáticos, y los recursos asignados a instituciones clave como la Conanp y la Profepa no sólo son insuficientes, sino que muchas veces se ejercen sin transparencia ni rendición de cuentas.

Mientras que el gobierno presenta la gestión de 232 áreas naturales protegidas como una de las mejores soluciones basadas en la naturaleza para la acción climática, la asignación del gasto público destinado a su conservación es sumamente opaca. Para el año 2026, la CONANP contará con su presupuesto más bajo en 21 años, asignando, en teoría, tan solo 10.22 pesos para cada hectárea protegida; si bien esta cantidad ya es de por sí irrisoria, vale la pena precisar que es un promedio obtenido de dividir el total destinado a la CONANP entre la superficie protegida total.(3)

En la realidad, las áreas naturales reciben presupuestos diferenciados. En 2023, por ejemplo, la Reserva de la Biósfera Pinacate y Gran Desierto de Altar recibió $883 189 para su manejo y conservación.(4) Esto, para sus 714 556 hectáreas representa un peso con 24 centavos por cada una de ellas; y las razones para esta asignación se encuentran reservadas únicamente para el conocimiento y uso de quienes toman las decisiones presupuestales.

Esta opacidad presupuestaria no es un detalle técnico: es una barrera estructural para la acción climática efectiva que contraviene los principios del Acuerdo de Escazú y la posibilidad de trabajar de forma participativa en la construcción de políticas públicas confiables y accesibles para la gestión integral de riesgos de desastres.

Las áreas naturales protegidas son pilares de la acción climática. Resulta entonces inadmisible que su financiamiento se mantenga en la opacidad y la precariedad. Si México aspira a enfrentar con seriedad los desafíos del cambio climático, debe comenzar por garantizar que los recursos públicos destinados a la conservación ambiental sean suficientes, transparentes y sujetos a rendición de cuentas; cuidar lo que importa es una responsabilidad que exige voluntad política, participación ciudadana y presupuestos que estén a la altura de la emergencia.

*Daniel Martín es coordinador de la coalición Noroeste Sociedad Civil por la Sustentabilidad Ambiental (NOSSA), en Wildlands Network Programa México. Martha Tudón es oficial del Programa de Ecosistema Informativo y Tecnología en ARTICLE 19, Oficina para México y Centroamérica.

(1) PINCC (2025), En 2024 México tuvo su año más caluroso, Boletín PINCC, 15 de enero 2025, UNAM. Recuperado de aquí.

(2) ARTICLE 19, “El desastre de Otis: el derecho de acceso a la información tras el huracán en Acapulco”, 4 de junio de 2024, pp. 53 y 54, https://articulo19.org/el-desastre-de-otis-el-derecho-de-acceso-a-la-informacion-tras-el-huracan-en-acapulco/

(3) NOSSA, (2025), Cuidar lo que importa: el presupuesto para el cuidado del ambiente y las áreas naturales protegidas en el PPEF 2026 Recuperado de aquí.

(4) CONANP (2024), Respuesta a solicitud de acceso a información sobre presupuesto para la Reserva de la Biósfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar [Folio 330008324000629], Semarnat