Iniciativa Sinaloa, 15 años después
Luz que resiste en el oscurantismo

Alejandro Sicairos
05 junio 2025

Con el arribo a los 15 años el próximo 8 de Junio, el centro ciudadano de investigación Iniciativa Sinaloa se consolida como motor de la transparencia y protección a periodistas y defensores de derechos humanos y también como organismo que vuelve menos triste la desafortunada desaparición en México de instituciones autónomas para la rendición de cuentas, y cuando la libertad de expresión resalta en el discurso más no en la praxis de la función pública. Es ejemplo a seguir por la sociedad civil que, sin duda, tendrá que entrarle al quite para reponer los mecanismos de fiscalización y acceso a la información que el Gobierno aniquila.

En realidad los órganos no gubernamentales en favor de la transparencia, como es el caso de Iniciativa Sinaloa, adquieren mayor pertinencia en razón de que nunca alcanzó a madurar la confianza de la sociedad en lo que corresponde al modelo anticorrupción creado en 2009, porque los avances que apenas cuajaban recibieron la embestida de saqueadores de las finanzas públicas especializados en tapar sus albañales. Luego vino el tiro de gracia que acabó con la rendición de cuentas construida y fortalecida en dos décadas.

En esta era de la demolición del edificio cristalino que era el escaparate de lo mal o bien que los servidores públicos gastaban el dinero que es del pueblo, es conveniente conocer la historia y legado de Iniciativa Sinaloa, pues el hecho de no hacerlo trae la consecuencia de poseer una percepción inconclusa de la lucha por ponerle encima a la cosa pública la enorme lupa popular que detecte la corrupción y obligue a corregirla.

Bastaría mencionar logros como Monitor Karewa, Policy Paper, Índice de Obra Pública Abierta, o las investigaciones “Inversión en infraestructura educativa: “La tubería rota de los recursos públicos”, “Índice de Transparencia de Obras Públicas”, “Sinaloa, la facturación invisible” y “Precasin, la caja negra del Gobierno de Sinaloa”, entre muchos otros que perfilan rostro, objetivos y alcances de la asociación civil.

En sus diferentes etapas, este bastión cívico ha mostrado la valentía de entrarle a temas tabú para los gobiernos que tienen que ver con el malos usos de los erarios que por ser delitos tan comunes se pierden en las grandes cloacas de la corrupción. Bajo la dirección de Norma Sánchez salieron a relucir negocios sucios en las tripas del Par Vial de Culiacán, construido durante la administración del entonces Alcalde Sergio Torres; con Sílber Meza fue fortalecida la autonomía financiera de la institución y la concreción de alianzas nacionales e internacionales, y actualmente con Marlén León la lucha ciudadana ha ganado un aliado con importantes iniciativas que amparan a periodistas, familias que buscan a sus desaparecidos y arropan a grupos en desventaja jurídica y social.

Los fundadores, en su mayoría con vena periodística y de activismo por la transparencia, siendo también los casos de Francisco Cuamea y José Alfredo Beltrán, le imbuyeron el origen independiente a Iniciativa Sinaloa que es el ingrediente fundamental para hacerla confiable ante la sociedad, con dientes y garras para detectar y denunciar el desempeño anómalo de funcionarios y dependencias, e inclusive la trascendente incidencia legislativa al promover leyes en la interminable jornada por la translucidez de la cosa pública.

Pero aquel ímpetu fundacional del 8 de junio de 2010 se quedó corto ante los desafíos que se le han presentado a Iniciativa Sinaloa antes y hoy. Sobre todo en los tiempos actuales cuando desde un gobierno de cuño izquierdista, ocupado por el partido Movimiento Regeneración Nacional, es perpetrada la demolición del Sistema Nacional de Transparencia, para que la llamada Cuarta Transformación se fiscalice a sí misma y la auditoría social retroceda a los peores tiempos de las opacidades priistas y panistas.

La coyuntura de retorno a la función pública ejercida en los oscuro, en vitrinas empañadas y ventanales ensombrecidos, es lo que recalca la trascendencia de que durante tres lustros Iniciativa Sinaloa se haya erigido como la moderna Lámpara de Diógenes que en este caso a los que investiga es a perpetradores de corrupción y abusos cometidos en contraposición con las garantías constitucionales que tutelan derechos, libertades y acceso a la información.

Celebremos, pues, los 15 años de Iniciativa Sinaloa y la larga vida imprescindible mientras haya delitos contra las finanzas públicas, cuentas oscuras a clarificar, procesos judiciales sin vincular, y mecanismos anticorrupción a defender. Hasta que pueda declarar la misión cumplida en el combate a ataques contra defensores de derechos humanos, periodistas, activistas y segmentos poblacionales vulnerables.

Que Iniciativa Sinaloa,

Resista a toda consecuencia,

Del fuerte impacto en la proa,

Del navío de la transparencia.

En lo que corresponde a la Comisión Estatal de Acceso a la Información Pública, que es el órgano autónomo de Sinaloa fundamental en la obligación de que los sujetos obligados les rindan cuentas claras a los ciudadanos, parece ser que la 64 Legislatura del Congreso del Estado llevará al límite el plazo que vence el 19 de Junio para que desaparezca la CEAIP y la Secretaría de Transparencia y Rendición de Cuentas del gobierno de Rubén Rocha Moya se instale como auditor de su propio gasto, la contradicción de ente que ejerce el presupuesto y se fiscaliza a sí mismo a la vez. Aunque la esperanza de que cuiden y conserven el sistema anticorrupción vigente se mantiene hasta que los asambleístas digan la última palabra.