Inmigrantes estadounidenses
en Mazatlán. Así nos ven

Omar Lizárraga Morales
24 enero 2022

La inmigración más significativa en el estado de Sinaloa es la de origen estadounidense. Hasta hace un año, el Instituto Nacional de Migración tenía el registro de 2,534 ciudadanos de Estados Unidos que residían permanentemente en la entidad, la mayoría en Mazatlán.

Algunos de ellos viven en las zonas residenciales de más alto valor, otros viven en colonias populares. De alguna manera u otra, se relacionan con los habitantes locales, ya sea como vecinos, empleadores, o consumidores de algún servicio. ¿Alguna vez se ha preguntado qué opinión tienen sobre los habitantes locales?

Como parte de un proyecto de investigación que hicimos hace un par de años en la Universidad Autónoma de Sinaloa, realizamos treinta entrevistas a estadounidenses que viven en Mazatlán; hombres y mujeres. El objetivo era conocer la percepción que tienen sobre los mazatlecos.

En esta serie de entrevistas encontramos que de manera general describen a los mazatlecos como personas amables, trabajadoras, apegadas a la familia, amigables, serviciales y alegres. Pero encontramos también comentarios que los describen como impuntuales, corruptos, ruidosos, y poco respetuosos con el medio ambiente.

La opinión que tienen suele cambiar positivamente con el tiempo. Esto puede explicarse como una forma de aculturación. También encontramos que los estadounidenses radicados en colonias populares de la ciudad manifiestan un mayor interés por relacionarse con los habitantes locales y de adoptar pautas culturales mexicanas.

Partiendo de la identidad colectiva de los estadounidenses, tenemos que en Mazatlán perciben una sociedad distinta; más relajada. La informalidad, la improvisación y despreocupación de los habitantes locales resulta en algunos casos un choque cultural, pero con el tiempo ellos la aceptan e incluso la disfrutan. Según analizamos en el discurso, un factor de atracción para vivir en esta ciudad es lo relajado de su gente; el folklor que representa vivir en una comunidad lejos del estrés del sistema estadounidense.

En general, ellas y ellos se sienten bienvenidos en Mazatlán, consideran que su llegada, y la de sus compatriotas es positiva para la economía local por la compra de bienes inmuebles, empleos que proveen y servicios que ellos demandan. Sin embargo, algunos de ellos, los más integrados socialmente, suelen ser críticos con la llegada de otros estadounidenses, ven de manera negativa el poco interés en relacionarse con los habitantes locales y la intolerancia hacia la cultura popular mexicana. Paradójicamente, esta autenticidad de la cultura mexicana y el carácter de su gente, es un factor de atracción en la decisión de residir en este lugar. La aventura de convivir con una cultura distinta a la anglosajona, y exótica desde su punto de vista, resulta interesante en su nuevo lugar de residencia.

En cuanto a la relación que tienen los estadounidenses con los locales, podemos argumentar que existen dos tipologías, mismas que tienen que ver con el dominio del idioma español. Los que tienen un mayor dominio del idioma, manifiestan tener un mayor número de amigos mexicanos, mayor confianza y apreciación de la cultura local. Por otra parte, cuando el idioma es un obstáculo, la relación se limita a los lugares de interacción cotidiana o a una relación de servidumbre.

Los estadounidenses en Mazatlán, están lejos de ser socialmente homogéneos ya que existen distintos grados de aculturación, por un lado están los que, el contacto con la sociedad local les resultan irrelevantes, su deseo de vivir en Mazatlán se basa en aspiraciones individuales como gozar de un clima cálido, disfrutar los atractivos turísticos o bien, convivir con otros retirados de su mismo origen. Y por otra parte, están los que tienen deseo de integrarse con la sociedad local, aprenden español, participan en organizaciones altruistas, y algunos se casan con mazatlecas o mazatlecos.

Las asimetrías de poder determinan cómo México y Estados Unidos se perciben uno al otro; las diferencias de historia, religión, etnicidad y lengua complican la relación entre estas dos comunidades, sin embargo ambos grupos sociales hasta ahora conviven en un ambiente de respeto y tolerancia mutua.

Es cuanto....