Jacobo Grinbeg, un misterio

Guillermo Fárber
06 octubre 2022

gfarber1948@gmail.com

@farberismos

“Jacobo Grinberg Zylberbaum (Ciudad de México, 12 de diciembre de 1946 - desaparecido el 8 de diciembre de 1994, en circunstancias desconocidas), conocido como Jacobo Grinberg y citado en publicaciones internacionales como Grinberg-Zylberbaum, fue un neurofisiólogo y psicólogo mexicano. Se dedicó a estudiar el chamanismo mexicano, la conciencia, la parapsicología, las disciplinas orientales, la meditación y la telepatía, entre otros temas, acerca de los cuales escribió un total de 54 libros.

Jacobo nació en la Ciudad de México en 1946. Decidió estudiar la mente humana cuando tenía 12 años, después de que su madre muriera de un accidente cerebrovascular. Estudió psicología en la Universidad Nacional Autónoma de México. En 1970, viajó a Nueva York a estudiar psicofisiología en el Brain Research Institute (Instituto de Investigación Cerebral). Obtuvo un doctorado con una investigación enfocada en los efectos electrofisiológicos de los estímulos geométricos en el cerebro humano.

A su regreso a México, fundó un laboratorio de psicofisiología en la Universidad Anáhuac. Posteriormente, a finales de la década de 1970, instaló otro laboratorio similar en la Universidad Nacional Autónoma de México. En 1987, fundó el Instituto Nacional para el Estudio de la Conciencia (INPEC), financiado por la UNAM y por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Publicó varios de sus libros, acerca de la actividad cerebral, la brujería, el chamanismo, la telepatía y la meditación.

Jacobo Grinberg se tomó el atrevimiento de utilizar el método científico en estudios sobre chamanismo, al intentar combinar ambos en su trabajo profesional con el objetivo de entender el ‘mundo mágico’. Intentó realizar un cambio en la manera en la que se entiende la relación entre la ciencia y la conciencia. Esto repercutió en el mundo científico, y llegó a ser criticado por el sector conservador de la comunidad científica. Su trabajo pretende exhibir las bases científicas para la telepatía y otras disciplinas esotéricas.

La teoría sintérgica de Jacobo Grinberg propone que existe un continuo espacio de energía y que el humano común sólo puede percibir una parte de este. El resultado de este proceso es lo que todo el mundo entiende como ‘realidad’. Esta teoría intenta responder a la pregunta de la creación de la experiencia. El libro El cerebro consciente se tradujo a siete idiomas.

La postulación fundamental de esta teoría es que la experiencia surge como resultado de tres procesos de interacción. El primero de ellos es una interacción entre elementos neuronales capaz de crear un campo energético complejo denominado campo neuronal.

La segunda interacción ocurre cuando el campo neuronal se pone en contacto con la estructura energética del espacio. La interacción entre el campo neuronal y el espacio crea un patrón de interferencia que se denomina estructura energética de la experiencia.

El tercer proceso de interacción ocurre entre la estructura energética de la experiencia y un procesador central. Esta interacción es la más misteriosa de todas e implica la existencia de una focalización energética, realizada a través de un hipotético factor de direccionalidad.

Según explica la teoría sintérgica, cualquier ser vivo que tenga la capacidad de experimentar o sentir puede vivir los tres procesos de interacción. Los niveles de experiencia de cada ser dependen de la complejidad de su campo neuronal y ésta, a su vez, de la complejidad del cerebro del cual surge el campo.]

La teoría sintérgica nació de su trabajo con Bárbara Guerrero, una psíquica y sanadora mexicana conocida como Pachita, quien realizaba cirugía psíquica. Grinberg escribió un libro, Pachita, donde analiza las bases científicas de sus experiencias con ella. También la incluye en su libro Chamanes de México. Grinberg estaba intrigado por la reputación de Pachita, por lo que siguió sus procedimientos durante alrededor de un año. Llegó a la conclusión de que la habilidad de Pachita para sanar era el resultado de dos diferentes realidades: por un lado, la presencia de un campo neuronal que rodea nuestros cerebros como, por el otro, la presencia de una red espacio-temporal”.