La 4T que nunca aterrizó en Mazatlán. 'El Químico' se burla de la austeridad

Alejandro Sicairos
06 diciembre 2019

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alexsicairos@hotmail.com

 


Una camioneta Tahoe, del fabricante Chverolet, similar a la que compró el Ayuntamiento de Mazatlán para uso personal del Alcalde Luis Guillermo Benítez Torres, fue la primera que se vendió en la subasta que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador realizó en febrero para deshacerse de los lujos que caracterizaron durante décadas al ejercicio de la función pública en México. Nunca más funcionarios privilegiados y pueblo castigado, dijo entonces el Presidente.

Se trata de los bienes bautizados por AMLO como “fifís” que fueron rematados el sábado 23 de febrero en la base militar número uno de Santa Lucía . El precio de salida la Tahoe modelo 2013 fue fijado en 120 mil 700 pesos y tras una breve puja un particular la adquirió en 220 mil pesos, llevándose dos de las mismas.

Enseguida López Obrador pondría en venta el avión presidencial y se trasladaría en vuelos comerciales, como cualquier hijo de vecino, a sus giras de trabajo fuera de la Ciudad de México. Con estos y otros ahorros la oficina de la Presidencia de la República afirma haber gastado en 2019 solamente 800 millones de pesos de los más de 3 mil 600 millones de pesos que despilfarraban al año los otros mandatarios anteriores.

Inclusive, en la conferencia mañanera de ayer, López Obrador refrendó que ninguna dependencia del Gobierno de República adquirió este año vehículos nuevos en cumplimiento del plan de austeridad. Expuso que en otros rubros prioritarios como es el tema de derechos humanos no hay límites en recursos asignados, pero sí los hay tratándose del derroche en el aparato gubernamental.

Pero la estrategia contra el viejo sistema de Estado que se adjudicaba más lujos de los que la tolerancia social podía soportar pasó de largo en Mazatlán. La rémora de gobernantes de incienso y oropel, esa carnavalera manera de timar al pueblo y reírse de él, no se fue con los personajes y partidos que la gente echó del poder a través de voto. Ahí está Benítez Torres como la mayor alegoría a la gobernanza con chapa de oro.

En esta parte de la Cuarta Transformación el Alcalde de Mazatlán se quedó afuera. Es de esos políticos que gritan ser fieles al modelo y proyecto lopezobradoristas y en los hechos van contra los postulados del Presidente. Así, Benítez Torres se inscribe ruidosamente en el movimiento de izquierda que lleva las riendas del País y practica a la vez los modos más abusivos de los regímenes priistas y panistas que se sirvieron del erario con la cuchara grande.

La camioneta que les costó un millón 69 mil pesos a los contribuyentes de Mazatlán, con la única justificante de que el Ayuntamiento no posee un vehículo de lujo para su majestad “El Químico”, es la afrenta a la propuesta de cambio que él encabezó y burla para los ajustes presupuestales a los cuales López Obrador somete a los gobiernos federal, estatales y municipales. Se ríe sonoramente el Edil de los ciudadanos, del Mandatario federal y de las instancias municipales de auditoría.

Tal vez nadie o pocos repararían en las excentricidades de “El Químico” si éste no arrastrara en el primer año de gobierno tan enorme cauda de pésimo desempeño del cargo. Tanta represión a los adversarios políticos, desobediencia a las instituciones, traiciones a sus mismos compañeros de partido y la intolerancia, ese brutal sectarismo, que ni los peores alcaldes de Mazatlán habían llegado a tales límites.

La represión del Alcalde contra disidentes, que tiene dos botones recientes de muestra con el hostigamiento mostrado contra la organización civil Observatorio Ciudadano y la persecución con todo el aparato municipal para amedrentar a la Síndico Procuradora Elsa Bojórquez como la única voz crítica en el Gabinete, que insiste en contener la codicia desbordada del Alcalde, resalta los contornos impúdicos de un estilo tiránico que Mazatlán no soportaría más.

Mucho menos hay lugar para tal desbarajuste político en el futuro electoral de Sinaloa, por más que los promotores de Benítez Torres como candidato al Gobierno del Estado le quieran colocar vestimentas fantasiosas para presentarlo como el clon de López Obrador que necesita la entidad, siendo que con todo y el mejor disfraz trasmina el talante de quien a bordo de su ostentosa camioneta va por más beneficios personalísimos.

Es obligación de los movimientos sociales, medios de comunicación y órganos de fiscalización decirles a los mazatlecos que la Cuarta Transformación ha quedado en comparsa cuando el uso nebuloso del recurso público descuida lo fundamental para atender lo trivial del Alcalde. La austeridad republicana que propone López Obrador ha sido violentamente ridiculizada por “El Químico” Benítez.

 

Reverso

Pues qué Morena tan loca,
Atropella el estado anímico,
Con esa placosa troca,
En la que anda de fifí “El Químico”.

 

Los cobradores

Literalmente, la tela se rompió por el hilo más delgado al salir la Asociación Sinaloense de la Confección Textil a reclamarle al Gobierno del Estado que le pague 100 millones de pesos que les debe por la elaboración de uniformes escolares. En la misma situación darán la cara otros sectores y organismos afectados por las fuertes deudas que paralizan a actividades económicas y paralizan a instituciones autónomas. Dicen que lo que los motiva a la movilización es el hecho de que el Gobernador dijera en su Tercer Informe que realizó bastante obra social sin contratar deuda pública.