La compañía de los libros

Rodolfo Díaz Fonseca
08 noviembre 2021

Quien tiene a la mano un libro jamás estará mal acompañado. El libro se convierte en luminosa puerta que conduce a las más enriquecedoras, insólitas y reconfortantes historias o aventuras.

Quien goza de la compañía de un buen libro no puede experimentar enfado o aburrimiento. Ese parlanchín acompañante guía al lector a través de brillantes paisajes, fabulosos países e idílicos romances.

Aunque el sujeto se encuentre solo, no llegará a experimentar nostalgia ni lejanía, porque goza del edénico embeleso que su editado amigo y confidente le brinda.

El cantautor Joaquín Sabina confesó que en los libros encontró la solución a muchos males, sobre todo al lúgubre fantasma de la soledad: “A mí lo que me ha salvado son los libros que he leído, de todo, pero principalmente, de la soledad”.

Sinceramente convencido, comentó algunas de sus innumerables vivencias: “Por ejemplo, ocurre mucho en las giras, cuando a un avión le pasa algo y nos quedamos todos tirados en un aeropuerto, que los músicos se desesperan, no saben qué hacer. Pero yo, si tengo un buen libro, ¡estoy feliz!”

Explicó que la lectura de los libros enriquece su vida, pues le hace reflexionar y experimentar hondamente las vivencias de otras personas: “Los libros me acompañan, me ayudan a pensar, a vivir un montón de vidas distintas a la mía. En lugar de estar como un animal enjaulado mirando a un avión que va a salir en seis horas, puedo estar en la antigua Roma viviendo las vidas de otros”.

Finalmente, se aventuró a repetir su recomendación: “Creo que ese es el único consejo que me he atrevido a dar en la vida: si tienes un libro, nunca vas a estar solo”.

¿Disfruto la compañía de los libros? ¿Me traslado en el tiempo y espacio?