La fea comparsa de Pucheta El mérito robado a militares
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Los dos cercos que el Ejército y la Marina tendieron alrededor de Mazatlán, uno sobre la zona carnavalera y el otro en los accesos carreteros del norte y sur, mantuvieron a raya a la delincuencia organizada, pero de ninguna manera el mérito es del Alcalde Fernando Pucheta Sánchez, quien dos días antes de que acabara la fiesta cantó el saldo blanco, recuento falso, por cierto.
Hay información que no conocieron Pucheta ni sus policías y mandos municipales, debido a la sospecha de que la corporación mazatleca está infiltrada por informantes de las células del narcotráfico que pelean por el control del sur de Sinaloa.
Desde una semana antes del Carnaval, el Ejército y la Marina ventearon el peligro de que la célula del narcotráfico cuyo liderazgo se les adjudica a los Beltrán Leyva intentara penetrar el sur de Sinaloa, introduciéndose a Mazatlán a desestabilizar la fiesta que concluyó ayer.
Los informes de Inteligencia ubicaron el plan que tenía como objetivo efectuar ataques violentos durante el Carnaval, en respuesta por el operativo del 9 de febrero en Tepic, Nayarit, donde un grupo táctico abatió a Juan Francisco Patrón Sánchez, el "H2", con fuego quirúrgico disparado desde el aire.
El grupo criminal afectado por esta acción militar responsabilizó a sus rivales del Cártel de Sinaloa de haber proporcionado información al Ejército sobre la ubicación de Patrón Sánchez, líder del Cártel de los Beltrán Leyva en Sinaloa y Nayarit. Planeaba, en represalia, hacerse sentir en el destino turístico que desde hace al menos cinco años pelea como territorio propio.
En razón de la amenaza que interceptó el Ejército se trazó el blindaje militar en los límites de Sinaloa y Nayarit, en las carreteras, caminos y zonas serranas de Concordia, Rosario y Escuinapa, mientras que otro potencial riesgo de violencia se anuló al acorazar los linderos mazatlecos con Culiacán, Elota y San Ignacio, previéndose que los comandos armados del dividido Cártel de Sinaloa ingresaran a Mazatlán.
Se estima que alrededor de 500 soldados, en operativos por mar, aire y tierra, participaron en el sitio en torno al Municipio de Mazatlán, mientras que en el anillo interno de seguridad, el más próximo a la zona del Carnaval, hubo mil 200 elementos del Ejército y Marina.
Lo que hizo Pucheta, al decretar su particular "saldo blanco" anticipándose a que el Carnaval concluyera, puso en evidencia que como Alcalde se resiste a emitir opiniones sobre la situación de violencia que sufre Mazatlán y, sin embargo, en su papel de Edil carnavalero echó confeti y pirotecnia para atribuirse el bajo índice de hechos delictivos registrados en el Carnaval.
Y olvidó que en los operativos de resguardo al Carnaval a la Policía Municipal se le asignó la franja del malecón atestada por la gente que acude a presenciar el desfile de carros alegóricos y fue ahí, por descuido de sus agentes, donde se registró el homicidio de un joven que quiso defenderse al ser asaltado.
Re-verso
De superhéroe, Pucheta,
Se nos quiso disfrazar,
Y su saldo blanco, la neta,
De risa nos va a matar.
¿Fiscal habemus?
Podría ser que esta misma semana Óscar Fidel González Mendívil ocupe la Fiscalía General del Estado y tenga en sus manos la procuración de justicia en Sinaloa, pero ya sin los lastres de Juan Millán y Chuytoño Aguilar. Su limpia y buena trayectoria como Fiscal General de Aguascalientes le da puntos extras, pero sobre todo experiencia, frente a los otros aspirantes al cargo.
alexsicairos@hotmail.com