La 'mordaza digital', ¿transformación? Investigar ciberguerra contra medios

Alejandro Sicairos
24 septiembre 2020

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alexsicairos@hotmail.com

 

Para los expertos en programación digital no existen antecedentes en Sinaloa de que varios medios de comunicación hayan sido atacados de manera simultánea con intenciones de tumbar sus contenidos de las señales electromagnéticas, tal como sucede hoy. La delincuencia que bloquea la transmisión de datos parece tener el objetivo, en el caso local, de cerrarle el paso a información de índole crítica, en el segmento de notas políticas.

Los webmaster identifican con mayor ataque del tipo DDoS el dirigido la información política y en sus reportes aventuran una amenaza mayor a la actual. Ahora estamos solamente ante ensayos para calar si funcionan sus métodos para anular publicaciones y tener listo el sistema para llegado el momento implementar apagones cibernéticos que le eviten el acceso a los públicos de situaciones que incomodan al poder.

“Es el ataque a medios más masivo que me ha tocado atender”, menciona uno de los especialistas en estas cuestiones. Al tenerse evidencia de que la acometida contra Noroeste, Revista Espejo, Ríodoce y Línea Directa es efectuada por el mismo agresor que emboza las actividades delictivas en servidores de ubicación simulada en Asia, les corresponde a las fiscalías generales de México y Sinaloa poner a los responsables ante la justicia.
De tener voluntad para hacerlo, el Ministerio Público cuenta con personal capacitado para rastrear dónde se originan los ataques sin importar que estos sean encubiertos en localizaciones falsas. Los ciberdelitos son todo un desafío para la criminalística dedicada al entorno digital y se tienen resultados en el caso de la Unidad Estatal Antisecuestros al ubicar por las direcciones en Internet a los autores de acciones antijurídicas.

Se trata de delitos contra la libertad de expresión y el derecho ciudadano a la información, esas dos garantías constitucionales que están en la mira de los intolerantes. Es la prensa la que está pagando costos muy altos en lo que se refiere a detrimento de libertades que fueron difíciles de establecer y allí está el sacrificio de periodistas y defensores de derechos humanos para quien quiera conocer las intensas luchas para eliminar las mordazas.

Esto no es nuevo, como lo afirma Ana Cristina Ruelas, ex directora de Artículo 19, porque ha existido durante muchos gobiernos anteriores al actual. Nunca, agrega, dar condiciones para la libertad de expresión ha formado parte de la agenda gubernamental. Ni antes ni ahora. Lo que sí es inverosímil y desesperanzador es que en la proclamada Cuarta Transformación de Andrés Manuel López Obrador los derechos a expresarse e informarse sean rifados mediante la lotería de la intolerancia.

Es posible que las autoridades minimicen los ataques cibernéticos con la excusa de que se trata de protocolos tecnológicos que pueden ser mitigados con el uso de herramientas que pongan a los medios un nivel arriba de los hackers. Y Sí. Pero en todo caso lo que preocupa es que una vez que les resulten insuficientes los asaltos distribuidos de denegación de servicios (DDoS por sus siglas en inglés) las embestidas escalen a ser directas contra directivos y reporteros al no lograr los agresores sus objetivos por medios informáticos.

Lo que se espera es que las agencias contra delitos cibernéticos utilicen al máximo sus capacidades de búsqueda y sanción de quien o quienes están detrás de los ilícitos. Tratándose de las tribunas por las cuales los ciudadanos adquieren información fundamental para la toma de decisiones, de empresas pequeñas o grandes que deben cumplirles a clientes que les contratan publicidad, de puntales del debate público esenciales en el fortalecimiento de los diálogos, no es asunto menor cualquier intento de desactivarlas.

Además, México y en el caso particular de Sinaloa ya tienen suficientes incertidumbres acumuladas. El desempeño del periodismo es en sí una actividad nebulosa para medios y reporteros. Cabe mencionar que las lágrimas por los compañeros caídos, 81 en la docena trágica panista 2000-2012, 47 en los seis años de Enrique Peña Nieto y 17 de diciembre de 2018 a la fecha, empañan el futuro del sector de la información.

¿Entonces qué hacer? Que por cada millón de mensajes y solicitudes que se lancen para inhabilitar sitios de los medios de comunicación, en la misma proporción concientizar de lo vital que es para las audiencias disponer de canales confiables de información y que desde los usuarios que legítimamente desean periodismo auténtico sean libradas batallas para derrotar a políticos, mafias u obsesiones que persistirán en sus ciberguerras estúpidas.

Tenemos que hacerlo. De brazos cruzados lo único que estarían mostrando es resignación a que las agresiones escalen a dimensiones mayores y que en vez de ser los ordenadores los atacados, seamos los que en el peor de los desamparos persistimos en darle voz a quienes no la tienen, en sostener la lupa encima de los gobernantes, igual hoy como ayer.

 

Reverso

Con tal obsesión frenética,
De derrumbarnos las noticias,
Es la guerra cibernética,
Pista de nuevas impudicias.

 

Serenos los morenos

Muestra de unidad por fin, en torno a algo, la cohesión que las corrientes del Movimiento Regeneración Nacional muestran en Sinaloa alrededor de Mario Delgado, uno de los aspirantes a la dirigencia nacional de este partido, da visos de posibles acuerdos para que la unanimidad arrope a quien resulte designado como candidato a titular del Ejecutivo Estatal. Podría ser también la contraseña de pactos que se traduzcan en una sola postura frente a la agenda sinaloense y los temas emergentes relacionados con la actual contingencia sanitaria. ¿Colaboración con el Gobernador Quirino Ordaz Coppel? Tal vez.