La oración de la serenidad

Rodolfo Díaz Fonseca
30 septiembre 2025

La conocida plegaria u oración de la serenidad, la cual ha sido adoptada desde hace mucho tiempo por el grupo de alcohólicos anónimos y otros grupos de autoayuda, es atribuida al teólogo, filósofo y politólogo estadounidense, Reinhold Niebuhr.

La versión más socorrida consta solamente del inicio de la plegaria: “Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar, / valor para cambiar lo que soy capaz de cambiar / y sabiduría para entender la diferencia”.

Sin embargo, la oración continúa: “Viviendo día a día; disfrutando de cada momento; sobrellevando las privaciones como un camino hacia la paz; aceptando este mundo impuro tal cual es y no como yo creo que debería ser, tal y como hizo Jesús en la tierra: así, confiando en que obrarás siempre el bien; así, entregándome a Tu voluntad, podré ser razonablemente feliz en esta vida y alcanzar la felicidad suprema a Tu lado en la próxima. Amén”.

Independientemente de quien sea el autor de la plegaria, no se puede negar el trasfondo de filosofía estoica en que subyace, pues invita a aceptar las cosas que no está a nuestro alcance cambiar, a la vez que incita a mutar las que sí podemos transformar, y a captar claramente la diferencia entre ambas, de manera que canalicemos nuestros esfuerzos adecuadamente y no malgastemos energías y recursos en donde no sea conveniente o necesario.

Lo que más subraya el estoicismo es que, aunque no podamos modificar algunos acontecimientos que consideramos negativos o desagradables, sí podemos cambiar nuestra reacción o actitud ante ellos, de manera que nos afecte lo menos posible su contingencia.

Es decir, lo fundamental es centrarnos en aquello que está al alcance de nuestro control, y despreocuparnos de las variables que no podemos maniobrar.

¿Conservo la serenidad?