La pelea por las aduanas

Jesús Rojas Rivera
31 octubre 2025

Dentro de las facultades de los estados está la de regular el comercio internacional con una serie de medidas arancelarias a través de un conjunto de normas, procedimientos e instituciones que regulen la entrada y salida de mercancías comerciales al territorio nacional.

La Ley General de Aduanas es antigua, desde 1821 el Imperio de Iturbide ya tenía un conjunto de disposiciones legales que disponían el “Arancel general interno para los gobiernos de las Aduanas Marítimas en el comercio del libre imperio”. En esencia, las aduanas tenían el mismo fin recaudatorio y de control de mercancías que se tiene en nuestros días.

Esta Ley obliga al cumplimiento a todas las personas físicas o morales o instituciones públicas o privadas que sean propietarios, tenedores, poseedores, consignatarios, destinatarios, remitentes, apoderados, o cualquier figura jurídica que tenga intervención en la importación, extracción, custodia, almacenaje, manejo y tenencia de mercancías que ingresen o salgan de nuestro territorio.

Según datos de la Agencia Nacional de Aduanas, en México existen 50 aduanas distribuidas en todo el territorio nacional. Según los datos oficiales, 19 de ellas se encuentran en los pasos fronterizos del norte del País; 17 en puertos marítimos, 12 en espacios estratégicos interiores, y dos en la frontera sur.

El debate comenzó en la Cámara de Diputados en el recinto legislativo de San Lázaro, cuando diputados de Morena presentaron una iniciativa al Congreso federal como cámara de origen para modificar, adicionar y derogar diversas disposiciones de la Ley Aduanera mexicana.

La Cámara de Diputados aprobó en el mes de octubre de 2025, con 343 votos a favor y 123 en contra, el proyecto de decreto para modificar el artículo 86 A, 106, 107 y 145 de la conocida como ley de aduanas para que entre en vigor el 1 de enero de 2026, una vez que se puedan dar los cambios institucionales para lo dispuesto en el órgano legislativo.

Según la parte promovente y los partidos del Trabajo y Verde Ecologista, la iniciativa busca una reestructuración profunda de la Ley Aduanera, para ser más eficientes y menos tardados los procesos de revisión de mercancías en las aduanas, quieren vigilar el 100 por ciento de las mercancías recibidas y hacer que se paguen impuestos por ellas. Llaman también a utilizar tecnología para videovigilar los procesos de verificación de mercancías, así como plataformas de embarque y los contenedores que se reciben en puertos, aeropuertos o cualquier espacio de transacción comercial.

Pero la Oposición no estuvo de acuerdo con los postulados de Morena; para el PAN, a través de la Diputada Teresa Gines Serrano, dijo que era imposible que las aduanas cambiaran procedimientos de fondo en menos de dos meses. Que no existe la capacidad del Estado mexicano para lograr la eficiencia en la revisión del 100% de los contenedores en los pasos fronterizos, puertos y aeropuertos.

Que contrario a lo que se busca, será un gran cuello de botella que encarecerá los productos y retrasará las cadenas de suministro para los productores y usuarios en México. “Estas disposiciones son nocivas para el País, y esta reforma representa un retroceso”, dijo la Legisladora de Oposición.

El problema en este tipo de decisiones gubernamentales está cuando las leyes se modifican a capricho de una sola parte, sin entender el complejo ecosistema que terminan afectando. En este sentido, el politólogo estadounidense Michael Lipsky señala que los administradores de lo público o los burócratas hacen política con la implementación de la misma.

El uso discrecional de estas modificaciones legislativas, que luego se materializan en cambios administrativos, comúnmente sirve para que los tomadores de decisión cambien de papel. En el ejercicio de esa discrecionalidad, los legisladores o políticos se convierten en los mediadores de hecho, más que de derecho, entre los objetivos de la ley y los intereses legítimos del actor económico. Por eso, la legislación no debe enfocarse únicamente en los que ingresan las importaciones, sino en todo el conjunto de personas e instituciones que están en el jugoso y enmarañado contexto. ¿De quién son realmente las aduanas?

Luego le seguimos.