La pregunta fundamental

Rodolfo Díaz Fonseca
31 diciembre 2025

En el pensamiento filosófico, las preguntas son más importantes que las respuestas. Se trata de preguntas que originan la reflexión, duda, admiración e introspección. Resumiendo, en el pensamiento crítico se concede mayor valor a la capacidad de preguntar a profundidad, que a contentarse con una respuesta que maniata la capacidad de seguir preguntando.

Algo semejante acontece en los evangelios, pues Jesús lanza una pregunta que cuestiona hasta lo más profundo de los huesos y exige una radicalidad reflexiva. Cuando inquiere: “¿qué buscas?”, en realidad está buscando una respuesta que no se agote en el plano superficial y abarque el sentido pleno de la existencia.

Por eso, el cardenal Pietro Parolin, Secretario del Estado Vaticano, dirigió en nombre del Papa León XIV un mensaje a la Comunidad de Taizé, en París, con motivo del 48 Encuentro Europeo de la Juventud, donde recordó: “El tema de la carta escrita este año por el hermano Matthew, prior de Taizé, “¿Qué buscas?”, toca una cuestión esencial que habita en el corazón de todo ser humano”.

A esta cuestión, respondió Parolin citando al Pontífice en la reunión ecuménica de oración realizada en Iznik, Turquía: “la reconciliación hoy es un llamado que proviene de toda la humanidad afligida por conflictos y violencia. El deseo de plena comunión entre todos los creyentes en Jesucristo siempre va acompañado de la búsqueda de fraternidad entre todos los seres humanos”.

En su libro: “La pregunta detrás de la pregunta”, John G. Miller invita al lector a no permanecer en la superficie del cuestionamiento, sino a preguntarse a fondo. Por eso, la pregunta de Jesús: “¿qué buscas?”, no se limita a una búsqueda superficial de acceso a la información, sino que invita a una reflexión profunda de las aspiraciones y motivaciones de la persona.

¿Qué busco?