La Quebrada de Acapulco
Una de las grandes atracciones del puerto de Acapulco es el espectáculo que brindan sus clavadistas en el lugar llamado “La Quebrada”. Este puerto tuvo su auge y esplendor en el siglo pasado, aunque se tiene noticia de su importancia desde la época prehispánica; incluso, Hernán Cortés construyó un camino de herradura desde la Ciudad de México. No obstante, se debe reconocer que últimamente ha sido opacado por otros destinos nacionales de mayor renombre.
En efecto, Acapulco era un gran proveedor de productos marinos para la ciudad de Tenochtitlán, y, en la historia moderna, fue el destino hacia donde se construyó la primera autopista costera del Siglo 20, con la cual se constituyó en un destino con enorme potencial turístico.
El nombre de Acapulco deriva del náhuatl y significa “lugar donde se destruyeron las cañas”; empero, otros, afirman que quiere decir “Lugar de cañas grandes”.
La infraestructura hotelera se construyó en tres principales zonas, de acuerdo al desarrollo característico de cada época: tradicional, dorada y diamante, claramente perceptible en la arquitectura, paisaje y visitantes.
Se puede decir que entre 1940 y 1970, Acapulco tuvo su mayor auge, desarrollo y expansión como principal destino turístico de playa de la República. Las grandes personalidades, encumbrados políticos, connotados artistas, famosos actores de teatro y cine, así como astros deportistas y potentados visitaban este destino con mucha asiduidad. Incluso, sus bellas locaciones y espectaculares paisajes eran sitio obligado para rodar infinidad de películas.
Hoy, Acapulco es otro. El impacto del huracán Otis, que lo golpeó inmisericorde como huracán categoría 5, lo dejó prácticamente irreconocible. Si la zona hotelera es un desastre, imaginemos la precaria situación de las colonias populares y cinturones de miseria.
¡Ésta sí es la auténtica “Quebrada de Acapulco”! Urge nuestro apoyo y solidaridad.
¿Soy solidario?