Las pasiones de la ópera

Rodolfo Díaz Fonseca
16 marzo 2022

La vida es un mosaico de pasiones, ideales, pulsiones, metas, deseos y anhelos, que no siempre se satisfacen o cumplen. De ahí que, en muchas ocasiones, se experimentan sentimientos de tristeza, frustración, temor, ira, celos, envidia, avaricia y desesperación.

De ese inmenso y variado tejido está integrada la trama de la vida. Por eso, la historia personal y comunitaria viene siendo como una gran telenovela que se proyecta en la inmensa pantalla de la bienaventuranza o infortunio.

A las telenovelas, en inglés se les llama soap opera y en Asia K-Drama o Dorama. Sin embargo, la semejanza de la ópera y la telenovela no estriba solamente en el nombre, sino también en su mensaje, estructura, dramatismo y contenido.

En efecto, en las óperas encontramos las más grandes y bajas pasiones, los más nobles e indignos sentimientos. La primera ópera data de 1597 o 1598, se llamó Dafne y fue compuesta por Jacopo Peri.

Hoy, a las 19:30 horas, en la sala Socorro Astol del ISIC, los jóvenes talentos del Taller de la Ópera de Sinaloa interpretarán arias de tres conocidas óperas: Pagliacci, La Boheme y Carmen. La entrada es gratuita.

Payasos es una obra de Ruggero Leoncavallo que narra la historia de un payaso de una pequeña compañía de teatro que sufre la infidelidad de su esposa. De ahí el aria: Recitar... Vesti la giubba. Es decir, actúa y haz reír, aunque el dolor te atormente.

La Bohemia, de Giacomo Puccini, relata la vida de unos jóvenes bohemios en el Barrio Latino de París; sobre todo, el romance de Rodolfo y Mimí, quien fallece de tuberculosis.

Carmen, de Georges Bizet, narra el amor de la gitana Carmen por un cabo de la guardia, quien, celoso del torero Escamillo, la asesina.

¿Domino mis pasiones?