Las terapias de células madre son un fraude
Si abres tu navegador web y escribes “terapia con células madre”. encontrarás millones de resultados. Sorprendentemente, la gran mayoría de las opciones, incluidos los anuncios al costado de la página, provienen de compañías y clínicas que ofrecen terapia con células madre para tratar prácticamente cualquier condición.
Las clínicas de terapia celular o los suplementos que prometen aumentar tu número de células madre para el tratamiento de alguna enfermedad carecen de fundamento científico.
La mayoría prometen una cura para la diabetes, la anemia, la cirrosis, la impotencia sexual, la esterilidad, el cáncer y el VIH. Lamentablemente, la verdad es que este tipo de terapia, así como cualquier otra que ofrezca la cura milagrosa para, literalmente, cualquiera de los problemas médicos, son un fraude.
Uno de los indicios más indicativos de una estafa es que ofrecen tratamientos para una gran variedad de afecciones utilizando el mismo tipo de células madre, en su mayoría aisladas de una parte del cuerpo que es diferente a la que se está tratando (como los que prometen un aumento de células madre hematopoyéticas para el tratamiento de la diabetes o cualquier otro padecimiento no relacionado con las células de la sangre).
Hay muchos tipos diferentes de células madre, incluidas las células madre embrionarias y las células madre adultas. Mientras que las células madre embrionarias se originan en la etapa más temprana del desarrollo, las células madre adultas se pueden encontrar en la mayoría (si no en todos) los tejidos del cuerpo.
Las células madre adultas se diferencian de las células madre embrionarias en que solo generarán células del mismo linaje que ellas. Por ejemplo, las células madre hematopoyéticas solo pueden generar células de la sangre, mientras que las células madre neurales solo pueden producir neuronas (las células madre neurales no producirán células sanguíneas).
Finalmente, están las células madre pluripotentes inducidas. Básicamente, son células adultas diferenciadas que han sido devueltas a su estado embrionario mediante ingeniería genética. Esta técnica activa la capacidad de generar células similares a células madre embrionarias a partir de prácticamente cualquier célula de cualquier persona.
Desafortunadamente, todavía enfrentamos varios problemas importantes en la traducción de estas técnicas desde el laboratorio al paciente.
Por un lado, existen problemas prácticos relacionados con la forma en que se cultivan las células madre, y en particular las células madre embrionarias y pluripotentes inducidas. Actualmente, aunque se dedica mucho esfuerzo al desarrollo de sistemas de cultivo de grado clínico, la mayoría de las líneas de células madre embrionarias todavía se cultivan con productos xenogénicos (de otros organismos).
Otro cuello de botella que es más difícil de resolver es que las células madre humanas difícilmente pueden cultivarse a granel. Para poder tratar a un paciente de manera efectiva, se necesita una gran cantidad de células y, con los métodos de cultivo actuales, esto es, por decirlo suavemente, un desafío.
Asimismo, existe el riesgo de que las células madre se puedan convertir en células cancerígenas. El caso de un paciente de 13 años en Israel ilustra tristemente que las células madre mal caracterizadas pueden generar tumores en humanos. Sus padres lo habían llevado tres veces a Moscú para una terapia con células madre neuronales fetales en un intento desesperado por curarlo de la ataxia telangiectasia. El resultado fue que el niño desarrolló tumores en su médula espinal. Los cirujanos que extirparon los tumores comprobaron que las células no pertenecían al paciente, sino a al menos dos individuos genéticamente diferentes (Amariglio et al., 2009; Nature Reports Stem Cells, 2009).
El último problema, y probablemente el que más contribuye a una falsa sensación de esperanza entre los pacientes terminales, es que la literatura, y en consecuencia la prensa, está plagada de reportajes que a primera vista parecen geniales, pero en los que no existe un control adecuado o sus resultados a muy corto plazo son exagerados.
La euforia suscitada por la llegada de las células madre embrionarias sigue con ímpetu en nuestro querido país. El hecho es que en este momento hay muy pocas terapias con células madre con suficiente evidencia médica de éxito para considerarlas aceptables. El único método definido es el trasplante de médula ósea para tratar afecciones de la sangre o del sistema inmunitario.