Mazatlán oscuro: opacidad sobre opacidad
Reservan albañales ‘El Químico’ y cofrades
Aunque es del conocimiento público que el Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, no tiene límites en sus marrullerías, y que hasta el momento tampoco hay autoridad que se los ponga, la reserva por dos años al documento de rescisión del contrato para comprarle a Azteca Lighting luminarias por un costo de 400 millones de pesos prolonga la burla contra las instituciones de transparencia, auditoría y combate a la corrupción. Escúchese la estruendosa carcajada del político y gobernante que desafía a todos e inclusive se mofa de sí mismo.
El expediente de corrupción conocido como “luminarias opacas”, del cual aún se desconocen los alcances jurídicos, administrativos y políticos, está llevando a Benítez Torres a tanta desobediencia a la ley e instituciones que sólo es admisible como producto de la demencia del poder. Ni siquiera el poeta Juan de Dios Peza pudo concretar en “reír llorando” a personaje que, como “El Químico”; mediante la risa llora.
¿Qué carajos esconde el acto de cancelación del contrato a la proveedora de las luminarias si, al contrario, darlo a conocer es una obligación moral del Presidente Municipal que fincó ese trato en lo inmoral? ¿Por qué el Comité Municipal de Transparencia, que es el sujeto obligado a echar luz sobre los actos del gobierno, se presta en unanimidad sospechosa a solapar la secrecía por dos años? ¿El derecho a la información es otro párrafo de la enciclopedia de leyes muertas de Benítez Torres?
La cuestión desplaza lentamente al Alcalde Benítez del centro del problema y transfiere la responsabilidad a la Auditoría Superior del Estado, Fiscalía Anticorrupción, Sistema Estatal Anticorrupción y poderes Legislativo y Judicial que aplazan los diques jurídicos de contención a quien mantiene en sus manos las riendas del gobierno de Mazatlán a pesar de lo socialmente peligroso que resulta prolongarle el mando.
La burbuja de impunidad ofrecida al Edil mazatleco procede a establecer un mal precedente para el resto de los gobernantes municipales que corroboran que atentar de todas las formas posibles contra la población no trae consigo las correspondientes consecuencias legales. Ríete hoy de los gobernados y sus dineros, que mañana nadie te hará pagar por ello, se ha convertido en contraseña de salvoconducto para autoridades dispuestas e imitar el modelo marismeño.
En este sentido, la asociación civil Observatorio Ciudadano de Mazatlán considera que acciones como las que implementa Benítez Torres, y concreta el Comité Municipal del Transparencia, les restringen a las organizaciones de la sociedad civil la participación en proponer mejores prácticas de gobierno para la máxima publicidad y, al mismo tiempo, como vigilantes del presupuesto y, además, obstaculiza y desdeña la participación ciudadana en asuntos de interés público, necesaria en una democracia para impulsar una sociedad más libre.
El planteamiento de OCM frente a este ejercicio de mayor opacidad sobre la opacidad existente consiste en que el Ayuntamiento elabore una versión pública del acta rescisoria de la compra a Azteca Lighting, debido al alto interés social y la implicación de presupuesto propio; que la Comisión de Transparencia del Cabildo de Mazatlán estudie el caso y asuma un compromiso con la ciudadanía en aras de reducir en lo posible otras reservas de información de interés público; que la Comisión Estatal para el Acceso a la Información Pública del Estado de Sinaloa revise esta situación, e igual le hace un llamado a la Comisión de Transparencia, Anticorrupción y Participación Ciudadana del Congreso del Estado de Sinaloa para que intervenga de manera exhaustiva en el tema y exhorte a la creación y difusión de una versión pública.
A ver qué porque en lo profundo de este otro hoyo negro agregado al de por sí oscuro dossier de las luminarias opacas existen la desobediencia obcecada a cualquier barrunto de rendición de cuentas, la rebeldía al Estado de derecho, y sobre todo la manía de reírse en las narices de los ciudadanos que quieren arcas nítidas de aquellos a los que colocó en el servicio público a través del voto. Y precisamente desde allí, el fondo de ese pozo oscuro y hediendo, emana la colosal risotada de “El Químico” y sus compinches.
La madeja del trato ilícito que Benítez Torres realizó con Azteca Lighting, y que desbarató al ver evidenciada la treta millonaria, está ahora más enredada que antes por la maniobra de reservar documentos, ocultamiento de información que ha sido recurrente desde el primero de noviembre de 2018 a la fecha. ¿Quién se animará a jalar la primera hebra negra para desarmar la cobija de impunidades?
Y el problema ya no lo es tanto Benítez Torres; el problema son los que le permiten que haga añicos del marco jurídico y siguen cruzados de brazos esperando quizá que la gente se acostumbre, y aprenda, a bailar el jarabe tapatío encima de la Constitución y leyes derivadas.
Sin la luz de las farolas,
Les va bien a estas catervas,
Porque sus garras y colas,
Las mantienen bajo reservas.
Cuando los árboles crecen e invaden el tendido eléctrico, la Comisión Federal de Electricidad y los Ayuntamientos se echan la bolita en lo que respecta a desactivar esos focos de peligro. ¿Cuál de los dos asumirá las consecuencias si llegara a haber víctimas letales? Ojalá que no ocurran las desgracias como las que están a punto de suceder en Sierra Madre del sur 1531, entre calles Oriental y Soconusco, de colonia Cañadas de Culiacán, donde los vecinos reportan altas probabilidades de riesgos.