Menos teletón y redondeo, más apoyo al trabajo comunitario

Alberto Kousuke De la Herrán Arita
07 diciembre 2019

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‘No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos’

(Gálatas 6:9)

El próximo domingo 14 de diciembre se realizará el Teletón 2019, un evento con segmentos musicales, historias de superación, y segmentos de las joyas de la televisión mexicana como “100 mexicanos dijieron”, “Familias Frente al Fuego”, “Quien es la Máscara” y “la Rosa de Guadalupe”.
Este año, el dinero recaudado se destinará a seguir sosteniendo los centros de rehabilitación ya existentes y los tratamientos para los pacientes.
Televisa forma parte del duopolio televisivo en México, y como todos los años, aprovecha su capacidad de difusión para convocar a empresarios y a la población civil a hacer donaciones para apoyar a las personas con capacidades diferentes.
De acuerdo al artículo 31 de la Ley de Impuestos sobre la Renta, las empresas pueden deducir de sus impuestos el dinero proporcionado para la construcción de obras (hospitales, centros de rehabilitación, etc.). Suena estupendo, el problema es que Televisa genera un recibo a su nombre con todas las aportaciones provenientes de la gente para deducir sus impuestos.
Fundación Teletón reporta que el 70% de la donación final es derivada del pueblo de México. En teoría, los donadores pueden solicitar un recibo deducible de impuestos, pero prácticamente nadie los pide. El dinero queda en manos de Televisa, el cual se traduce en un donativo a Teletón, y Teletón le da un recibo de deducción de impuestos a Televisa (recordemos que Teletón y Televisa son uno solo).
Lo mismo sucede con el famoso “redondeo”, un mecanismo para que las tiendas de autoservicio recopilen recursos que supuestamente se destinarán a obras sociales. Evidentemente, el consumidor es quien dona los centavos de diferencia de su cuenta. El dinero queda en manos de esas empresas, y posteriormente lo utilizan para deducir sus impuestos.
Una forma de financiamiento del Estado es por los ingresos que se obtienen de la recaudación fiscal. La disminución de esta recaudación se traduce en una menor inversión en programas y obras públicas, como la educación y salud, la bandera y estandarte del Teletón y los programas de redondeo.
¿Qué otras alternativas existen para fomentar el desarrollo social?
La sociedad civil es un pilar esencial para el desarrollo social. Como tal, se ha dado un enfoque sustantivo hacia la construcción y el fortalecimiento de la sociedad civil, especialmente en sociedades que experimentan o salen de situaciones de conflicto armado como la nuestra.
La efectividad de la cohesión social aumenta cuando las iniciativas apuntan a unir a las personas por una causa común. Las iniciativas sistemáticas a largo plazo son más efectivas que los eventos esporádicos a corto plazo, especialmente cuando se suman esfuerzos entre los distintos grupos de trabajo comunitario como las ONG (United Nations Peacebuilding Commission, 2017).
La financiación mejora muchas iniciativas y puede contribuir a la profesionalización de las actividades de desarrollo social. Aunque muchas ONG trabajan con voluntarios, muchas actividades simplemente no tendrían lugar sin fondos adicionales. Por lo tanto, se requiere una estrategia de financiación sensible, que permita iniciativas de desarrollo social y limite las consecuencias negativas (opacidad, malversación de fondos).
Con el propósito de mejorar las condiciones de la sociedad sinaloense, disminuir los índices de violencia, y apoyar a las ONG que llevan años trabajando para cambiar la realidad de nuestra sociedad, el colectivo “Culiacán Valiente” presentó un pliego petitorio ante la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado de Sinaloa para hacer formales las exigencias en las que destacan la creación de una estrategia ciudadana e interinstitucional donde participen especialistas, asociaciones civiles, ciudadanía, y los órdenes de gobierno para promover el desarrollo social y disminuir los índices de violencia.
Asimismo, se solicitó la asignación de recursos suficientes para la creación de una estrategia ciudadana e interinstitucional para el rescate de espacios públicos que privilegie metodologías de participación ciudadana y la apropiación de espacios, particularmente parques, centros artísticos y educativos.
También se exigió mayor inversión presupuestal en capital social destinados a grupos ciudadanos integrados por organismos no gubernamentales que tienen como objetivo la reconstrucción del tejido social, la disminución de la violencia, la integración comunitaria, la atención a víctimas, los valores y los derechos humanos.
Durante la sesión ordinaria de este jueves pasado, los diputados Flora Isela Miranda Leal, Roxana Rubio Valdez, y José Rosario Romero tomaron la tribuna para exponer estas peticiones, destacando las necesidades de la población culiacanense al verse vulnerada por las balaceras del Jueves Negro.
Necesitamos de programas transparentes y efectivos para el desarrollo social de los habitantes de Sinaloa. Es necesario apoyar a las ONG que han demostrado su capacidad para mejorar la calidad de vida de la sociedad sinaloense.
alberto.kousuke@uas.edu.mx