Mensaje a coaches de empresarios
Hoy he decidido dirigirme a consejeros, asesores y consultores de empresarios.
Trabajando con nuestros coaches del Master en Innovación y Emprendimiento de la Empresa Familiar, que ofrecemos con EUNCET Business School, de Barcelona, compartimos las siguientes ideas.
Ayudar a hombres y mujeres de empresa a asumir con seriedad el ejercicio de la Dueñez no es una tarea fácil, sobre todo para aquellos que les toca hacerlo de manera colegiada compartiendo un patrimonio creado por su padre, tío o abuelo.
Como en todo proceso de ayuda profesional, es crucial abordarlo con empatía y finalizarlo contundentemente, es decir, que les quede a los aconsejados un buen sabor de boca, que terminen satisfechos por el esfuerzo realizado y que concluyan con un movimiento estratégico claro, comprometidos a implementarlo.
He aquí la dificultad que enfrenta todo agente de cambio en cualquier organización familiar: ¿Cómo hacer que descubra cuál es su más trascendental propuesta de cambio? Si el meollo del rol de dueño es gestionar la relevancia de la empresa, pues un familiar que esté aprendiendo a participar en este rol no puede desperdiciar sus espacios de aportación con planteamientos insignificantes.
La relevancia empresarial es una realidad que se busca y se construye dinámicamente a través del tiempo. Nunca se conquista para siempre. Si hoy logramos fertilizar un nuevo mercado, desarrollar un producto superior, orquestar una efectiva estructura de gobierno, o contratar un talento extraordinario, eso no significa que el impacto que eso tendrá mantendrá su vigencia para siempre.
No sabemos en cuánto tiempo ese mercado se puede secar, o el producto obsoletizarse, o la estructura de gobierno volverse disfuncional, o el talento perderse. Nada es oportuno y significativo para siempre.
Los criterios para ayudar a que cada uno identifique y haga realidad su gran proyecto de transformación pueden resultar sencillos, y también muy prácticos. No olvidemos en ningún momento que buscamos lograr que cada líder de cambio encuentre y realice su aportación más impactante en le creación de valor en el negocio o en el fortalecimiento de la armonía en la familia.
Concluir que el problema a resolver es irrealista o de consecuencias de bajo impacto. Nuestra superficialidad y falta de cuestionamiento puede conducirnos por senderos de poca relevancia. Nos toca validar por todos los medios posibles que de verdad el cambio elegido va a ser la diferencia en la vida de la organización.
Nuestro proceso de consejo puede estar plagado de prejuicios y fallas de apreciación. Solo trabajando con la mayor objetividad posible saltaremos el bache de nuestra subjetividad. Cada afirmación necesita ser sustentada. La información dura analizada con expertos puede acercarnos a la realidad.
Sentirnos superiores al aconsejado. Solo con una postura genuinamente humilde y una comunicación realmente empática seremos capaces de superar esta postura. Escuchar, escuchar, escuchar. Esa es parte esencial de una metodología de ayuda efectiva.
Tener respuesta para todo. No somos ChatGPT, solo intentamos extraer lo mejor de cada persona que aconsejamos. Nuestra labor ha de centrarse en preguntas. Ese es el camino.
Pretender rescatar a todo mundo. No cualquier miembro de familia empresaria tiene madera de líder o capacidad de convertirse en agente de cambio. Elijamos con esmero a quiénes queremos apoyar. Trabajar con las personas que carecen de responsabilidad y disposición a comprometerse puede resultar en grandes desperdicios de tiempo.
Intentar controlar al aconsejado. El proceso de descubrimiento de la relevancia es el que realiza cada agente de cambio. Es complicado decirle al empresario cuál es su bronca de fondo, él la tiene que descubrir, y si no está convencido, no llegará a ningún lado.
A final de cuentas nuestra actitud es fundamental. Tenemos que mantenernos curiosos por un poco más de tiempo. La relevancia generalmente está en las preguntas.
* “Dueñez®” es una marca registrada por Carlos A. Dumois