No me queda duda...
En el movimiento estudiantil de 1968, un joven estudiante de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, con sus 22 años a cuestas, se involucró de forma importante en la rebelión estudiantil, de tal suerte que el mismo 2 de octubre en la llamada Noche de Tlatelolco fue apresado y mantenido encarcelado durante tres años, experiencia que le ayudó a consolidar sus convicciones de izquierda.
Me refiero a Pablo Gómez Álvarez, nacido en la Ciudad de México el lunes 21 de octubre de 1946, quien obtuvo su titulación en la Licenciatura en Economía cuando ya andaba en las tres décadas de edad. Gómez Álvarez contrajo matrimonio con la socióloga Elvira Colcheiro, quién fue titular de la Tesorería de la Federación bajo la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador y actualmente ocupa la Subsecretaría de la Secretaría de Igualdad Sustantiva.
Pablo Gómez y su esposa procrearon a Argel Gómez Concheiro, quien también es servidor público en el área cultural, colaborando con el Gobierno de la CDMX en la Secretaría de Cultura.
Hasta aquí tenemos una resumidísima ilustración biográfica de Pablo Gómez, de la que se desprende que don Pablo no es muy proclive a decirle no al nepotismo.
Por otro lado, el viejo luchador político, de quien se dice que es un héroe del movimiento del 68 en México, ha demostrado ser políticamente un hombre de una sola pieza; convencido de su inclinación de izquierda, tal y como se demuestra en su hoja partidista, en la cual no se señala que haya pertenecido a ninguna organización fuera de la izquierda, de tal suerte que es de los pocos notables de Morena que no abrevó en las filas priistas.
En la hoja de vida del hasta hace poco tiempo titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, se lee que en el año 1979 se integró al extinto Partido Comunista de México. Tres años después pasa a las filas del Partido Socialista Mexicano, del cual migra al Partido de la Revolución Democrática y en el 2017 se integra a Morena.
Su paseo partidista le ha permitido ser Legislador en la Asamblea de Representantes del antiguo Distrito Federal, así como Diputado federal y Senador de la República; en todas las ocasiones, por la vía plurinominal.
Lo citado es una cápsula de los antecedentes políticos de Pablo Gómez, quien recientemente, por instrucciones de la Presidenta Claudia Sheinbaum, dejó la titularidad de la temida Unidad de Inteligencia Financiera, para hacerse cargo de la Comisión Presidencial que gestionará la reforma electoral, uno de los proyectos del ex Presidente Andrés Manuel López Obrador que, sí o sí, tendrá que hacer realidad la actual titular del Ejecutivo federal, lo cual se cumplirá haciendo uso de la fuerza política del partido en el poder, tal y como lo afirmó el comisionado de Presidencia.
Dada su experiencia política y su férrea convicción de que el movimiento de la 4T es lo mejor para el País no le costará mucho esfuerzo a don Pablo seguir a pie juntillas el guión dejado por López Obrador, el cual implica, entre otras acciones, organizar encuentros con la ciudadanía y uno que otro opositor para oír, que no escuchar, las propuestas que los convocados planteen, pero hasta ahí.
No me queda duda que la palabra del paladín de la 4T se impondrá, como tampoco tengo titubeos para pensar que de lo mandatado saldrá un nuevo INE, sometido por el interés político de los que detentan el poder. ¡Buen día!