Pacificar el alma

Rodolfo Díaz Fonseca
06 diciembre 2018

""

Muchas cosas nos inquietan y preocupan. Muchas situaciones nos roban la calma y la tranquilidad. Muchos enojos e iras nos descontrolan y arrebatan la serenidad. Muchas frustraciones y resentimientos nos impiden alcanzar la paz del espíritu.
 
Con tal flujo y reflujo interno es comprensible que el alma no encuentre el clima adecuado para templar el espíritu. Por eso, el Papa Francisco invitó a prepararse a la fiesta de Navidad construyendo paz en tres ámbitos: el alma, la familia y el mundo.
 
Recordó las sugestivas imágenes que utilizó el profeta Isaías (11,1-10) para anticipar una armonía entre toda la creación: habitará el lobo con el cordero, el leopardo se tumbará con el cabrito, el ternero y el león pacerán juntos, un muchacho será su pastor.
 
“Se trata de una pacificación ante todo con nosotros mismos, pacificar el alma. Muchas veces no estamos en paz sino con ansiedad, con angustia, sin esperanza. Y la pregunta que nos dirige el Señor es: “¿Cómo está tu alma hoy? ¿Está en paz?.. Estamos acostumbrados a mirar el alma ajena, pero ¡mira la tuya!”, expresó.
 
A continuación, Bergoglio especificó que hay que pacificar la casa o familia. “Hay tantas tristezas en las familias, tantas luchas, tantas pequeñas guerras, tanta desunión, y hay que preguntarse si la familia está en paz o en guerra, si uno está contra el otro, si hay puentes o muros que nos separan”.
 
Finalmente, mencionó que el tercer ámbito a pacificar es el mundo, “donde hay más guerra que paz... tanta desunión, tanto odio, tanto abuso. ¿Qué hago yo para ayudar a la paz en el barrio, en el colegio, en el puesto de trabajo? ¿Busco siempre una excusa  para entrar en guerra, para odiar, para criticar a los demás?.. ¿Soy manso? ¿Procuro hacer puentes? ¿No condeno?”
 
rfonseca@noroeste.com

 

@rodolfodiazf