Panaut

Salomón Gaxiola
15 mayo 2021

Un tema que por alguna razón u otra no habíamos tocado en este espacio es el Padrón de Datos Biométricos, aprobado con 54 votos a favor, 49 en contra y 10 abstenciones por el Senado el pasado 13 de abril a través de una reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, por lo que aquellos mexicanos que contemos con un teléfono celular, debemos de entregar datos biométricos como lo son huellas dactilares, reconocimiento facial, iris o voz, los cuales quedarían en una base gubernamental.

El Presidente publicó en el Diario Oficial de la Federación el pasado 17 de abril el decreto, por lo que a partir del próximo año al momento de contratar una línea telefónica, el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía móvil tendrá de esta línea lo siguiente: el número, fecha y hora de la activación, nombre completo, denominación o razón social, nacionalidad, número de identificación oficial con fotografía o Clave Única de Registro de Población del titular de la línea, datos biométricos del usuario o en caso de ser necesario el representante legal, domicilio, datos del concesionario de telecomunicaciones, esquema de contratación (pago o prepago).

No sé a Usted qué le parezca, pero por lo menos es un riesgo a la privacidad y a la seguridad, ya que estos datos podrán ser consultados por agencias gubernamentales sin necesidad de una orden judicial, así que este tema es delicado por decir lo menos. Aparte de que se cuestiona si esta medida realmente se traduce en una disminución en actividades criminales como extorsión y secuestro, sobre todo cuando tenemos el antecedente del Registro Nacional de Telecomunicaciones en los años 2008-2011, cuya base de datos se encontraba a la venta en el mercado negro y se tuvo un aumento del 40 por ciento en secuestro y el 8 por ciento en extorsión.

El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), aprobó por unanimidad presentar una acción de inconstitucionalidad, entendiendo esto como un recurso legal que se tramite exclusivamente ante la SCJN en la cual se denuncia la posible contradicción entre la Constitución y alguna norma o disposición de carácter general de menor jerarquía, ley (en este caso la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión), tratado internacional, reglamento o decreto, la cual presentó el día de ayer 14 de mayo de 2021.

El artículo 16 Constitucional señala que toda persona tiene derecho a la protección de sus datos personales y si bien es cierto que este mismo artículo señala la excepción de seguridad nacional, bien valdría la pena tener la certeza de que efectivamente el incorporar estos datos al padrón se traduzca en una disminución en dichas actividades criminales señaladas con anterioridad. Esto sin siquiera mencionar la presunción de inocencia, ya que si un imputado tiene derecho a que se presuma su inocencia, con mayor razón una persona que ni siquiera se encuentra dentro de proceso judicial alguno.

Habremos de estar atentos a los juicios de amparo que se han tramitado y se seguirán tramitando, y ver que las actuaciones de los jueces sean apegadas a le Ley, sin presión de ningún tipo. Por lo pronto podemos encontrar dos tendencias, una que desecha estos juicios de amparo por considerar que es necesario esperar a que el Instituto Federal de Telecomunicaciones emita las reglas y que el padrón entre en vigor, y por otro lado la concesión del amparo por parte del Juez Juan Pablo Gómez, quien consideró que la creación de esta base de datos no garantiza la reducción de delitos.

Como siempre aquí la pregunta importante es ¿Usted qué piensa? ¿Está de acuerdo en entregar esta información? ¿Se siente seguro de hacerlo?

PD 1. Moderna recibió 900 millones de dólares y produjo su vacuna, la vacuna Patria recibió 150 millones de pesos y seguimos esperando.

PD 2. “Basta con que el pueblo sepa que hubo una elección, los que emiten los votos no deciden nada, los que cuentan los votos lo deciden todo”. Josef Stalin.

PD 3. Kamel Nacif fue arrestado en Líbano, el poder del periodismo se hace evidente una vez más.