Pemex, número 1 en ingresos

Francisco Coppel Azcona
12 agosto 2021

Recibo comentarios de padres de familia que muestran inconformidad ante el anuncio hecho por el Gobierno federal y estatal de regresar a clases en las escuelas a partir del mes de agosto o septiembre. Me parece, que el regreso a clases presenciales tiene el riesgo potencial de exponer a muchas familias a probables contagios y peligros.

En los inicios de la pandemia el Covid-19 atacó principalmente a adultos mayores y a personas con otras enfermedades como la diabetes, la hipertensión o sobrepeso, pero, ahora está atacando a los más jóvenes, incluyendo a los menores de edad.

De acuerdo a reportes en la prensa nacional, los casos positivos de los menores de 18 años rondan los niveles máximos, y están aumentando los contagios entre los jóvenes abajo de 17 años. Independientemente de lo anterior creo, que las escuelas no están preparadas para recibir a los estudiantes.

Después de casi 2 años de permanecer cerradas, muchas de las escuelas han padecido la falta de mantenimiento y otras graves afectaciones producto de robos y saqueos. Sobre todo, las públicas, padecen la carencia de una infraestructura adecuada, de recursos materiales y personal. El objetivo de sanitizar las aulas (desinfección y limpieza) y que se implementen y se cumplan los protocolos sanitarios al pie de la letra es para que sean dignas y seguras. Seguramente les tomará tiempo hacerlo.

Entiendo la necesidad de los padres y maestros de que los jóvenes acudan a clases pronto, pero dado el peligro de mayores contagios, es preferible dar un poco más de tiempo para preparar, organizar y equipar a las escuelas con material de prevención y capacitar a maestros en los estrictos protocolos sanitarios a seguir. Estos deben ser requisitos fundamentales para cualquier estrategia de regreso a clases. Si no lo hacen así y prefiere el gobierno hacerlo, llueve, truene o relampaguee, quizá no sea prudente regresar a las aulas.

En general, se puede decir que los reportes de las emisoras que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (130 emisoras que cotizan en la BMV) estuvieron mejor a lo esperado, gracias a su buena administración y a que han podido sortear la pandemia y aprovechar las oportunidades que les presenta el mercado para operar más eficientemente. Lo que llama la atención en el reporte al segundo trimestre de este 2021, en la parte de ingresos, PEMEX aparece nuevamente como la empresa con mayores ingresos, por encima de América Móvil, que durante un par de trimestres fue la primera.

PEMEX tuvo ingresos por 664 mil 988 millones de pesos (influyó el aumento en el precio del petróleo) y América Móvil sumó 501 mil 645 millones de pesos.

En el lugar número 3 encontramos a Walmart de México con 345 mil 430 millones de pesos, le sigue CFE con 285 mil 963 millones de pesos y FEMSA con 261 mil 556 millones de pesos.

Tanto América Móvil como FEMSA incluyen las ventas obtenidas en todos los países en donde operan, igualmente BIMBO, que se ubica como número 6 con 162 mil 950 millones de pesos, siguiéndole la mayor empresa minera del país que es Grupo México ( Minera de Cananea) con 146 mil 283 millones de pesos y muy cerca Cementos Mexicanos (Cemex) con 144 mil 645 millones de pesos.

Por cierto en está última empresa, su director general es un mazatleco, Fernando Gonzalez Olivieri.

La diferencia en los rendimientos de otros mercados bursátiles más sofisticados como el S&P500 de EUA, NASDAQ y los europeos contra el mercado mexicano, es que México no tiene grandes empresas en el sector de tecnología que coticen en bolsa, y, por lo tanto, no ha tenido las alzas de otros mercados que han aprovechado el auge del sector tecnológico. Por esta razón, nuestro mercado de valores no logra romper los niveles (IPC) que se tenían en el 2017 y 2018.

El peso mexicano está sufriendo pérdidas, iniciando esta semana en 20 pesos por dólar, presionado por la fortaleza del dólar ante las buenas noticias de repunte en su desempleo, y después de haber operado en 19.80-19.90 pesos.

Un repunte de los contagios por la variante delta en EUA podría debilitar al dólar y fortalecer al peso.

Pero si el desempleo en Estados Unidos sigue mejorando, la Reserva Federal (FED) podría entonces iniciar su programa de subir sus tasas de interés y será prueba de que la fortaleza de la economía norteamericana seguirá escalando, lo cual me parece ocurrirá más pronto de lo que se estima (2022-2023).

Cuando esto ocurra, el peso es probable se presione al alza, cercano a los 21 pesos. Debajo de 20 pesos sigue siendo compra.