¿Perdió el juicio por culpa de su abogado? Demándelo
Así como los médicos son responsables por los daños físicos, patrimoniales y morales causados por una mala práctica médica, también los abogados tenemos responsabilidad con nuestros clientes.
Cuando usted contrata a un abogado, este último asume la obligación de prestarle la mejor defensa legal posible sin que eso implique que le garantice un resultado determinado.
De entrada, si el abogado le dice que tiene 100 por ciento de probabilidades de ganar el pleito, sencillamente le está mintiendo y lo único que busca es quitarle su dinero.
Como el médico, el abogado tiene el deber de ser extremadamente cuidadoso en la prestación de los servicios legales contratados.
Un error del abogado, como no acompañar un documento importante junto con la demanda o la contestación o no ofrecer las pruebas necesarias o no combatir a tiempo una decisión del tribunal que afecta los derechos de su cliente, puede traducirse en que el juicio se pierda.
Un error de los que le platico estuvo a punto de costarle a un cliente nuestro más de 400 millones de pesos y los abogados culpables no solo no tuvieron la decencia de hacerse responsables, sino que se negaron a regresar el anticipo de honorarios que les pagaron.
Afortunadamente pudimos enderezar el barco y revivir al muerto, pero el cliente estuvo a punto de sufrir una pérdida millonaria.
La mayoría de los errores que cometen los abogados son evidentes y, cuando se les demanda su responsabilidad patrimonial solo se necesitan muy pocas pruebas para ganarles el juicio por la sencilla razón de que el juez que conoce de la demanda es un experto en derecho y puede advertir fácilmente la negligencia del abogado sin necesidad de tantas pruebas.
Eso sí, no voy a mentirle, hay muy pocos abogados dispuestos a demandar a sus colegas por responsabilidad profesional. Nosotros no y ya nos ha tocado demandar a algunos abogados por responsabilidad profesional con buenos resultados en todos los casos.
No lo estoy invitando a que demande abogados sin ton ni son. Algunos juicios se pierden porque no había defensa legal posible. Lo que le digo es que, si usted sospecha que perdió porque su abogado fue negligente y eso le causó algún daño patrimonial, pida una opinión legal de un abogado confiable que le diga si tiene méritos suficientes para demandar a su abogado.
No es lo mismo perder un caso perdido, que perder un buen caso por culpa de un abogado negligente.
En los años que tengo litigando (empecé en 1983), obviamente que me ha tocado ver de todo en tribunales. He visto excelentes abogados, muy pocos lamentablemente y he visto una gran mayoría de abogados negligentes e ineptos.
He visto cómo casos que deberían haberse ganado terminaron perdiéndose por culpa de malos abogados y he visto casos que parecían perdidos que terminan ganándose gracias a un excelente abogado.
Los abogados tenemos el deber legal de prestar nuestros servicios con la mayor excelencia posible y cuidando siempre los intereses de nuestros clientes.
Si violamos ese deber legal merecemos responder y pagar los daños causados. No somos inmunes y no debemos ser cómplices de abogados ineptos negándonos a demandarlos cuando es clara la negligencia y falta de profesionalismo.
De por sí, los abogados tenemos mala fama, más mala fama vamos a tener si le negamos a algún cliente su derecho a reclamar daños a un abogado inepto.