Peregrinos de la esperanza
Peregrinos de la Esperanza es el lema que escogió el Papa Francisco para el jubileo de este Año Santo 2025. No fue casualidad que lo eligiera, ya que el mundo actual parece “ir a la deriva cultural y religiosa”. Por eso, para este jubileo se optó por un logo con cuatro figuras estilizadas que simbolizan a la humanidad venida de los cuatro puntos cardinales: una cruz que se convierte, en su parte inferior en un ancla; unas olas que indican el transcurrir de la vida en constante bamboleo y, por último, la fecha del jubileo, 2025, y el lema: “Peregrinantes in spem” (Peregrinos de la esperanza).
La palabra jubileo proviene del hebreo “jobel”, que era el cuerno de carnero (shofar) con cuyo sonido se congregaba la asamblea. Se llama así al Año Santo, porque es una invitación a cambiar de vida, arrepentirse y volver a transitar por senderos de paz y justicia, a través del simbólico paso por la puerta santa. Incluso, en la antigüedad las obligaciones eran más radicales en el sentido de la justicia, pues se exhortaba a liberar a los esclavos y dirimir las deudas para volver a recomenzar todos con las mismas posibilidades.
Inicialmente, el Jubileo se celebraba cada 100 años, posteriormente se redujo a 50, en el año 1343, y Pablo II redujo el periodo de tiempo a 25 años, aunque también se convoca a Jubileos extraordinarios por algún aniversario o conmemoración importante, como el aniversario de la Redención (en 1933 y se prepara otro en 2033), así como el de 2015, en los 50 años del Concilio Vaticano II. En este año, se hace alusión también a los mil 700 años de la celebración del primer gran Concilio Ecuménico de Nicea (año 325).
¿Soy peregrino de la esperanza?