Perseguir el éxito

Rodolfo Díaz Fonseca
07 septiembre 2024

La mayoría de las personas persiguen frenéticamente el éxito en su vida. Por lo general, circunscriben el éxito a un bienestar económico o social. Hay quienes trabajan exhaustivamente para lograrlo, mientras que otros simplemente sueñan con alcanzarlo sin mayor constancia ni esfuerzo, sin tener presente la máxima atribuida al legendario entrenador de futbol americano, Vince Lombardi: “Sólo en el diccionario aparece el éxito antes que el trabajo”.

El vocablo “éxito” proviene del latín “exitus”, que significa salida, final o término (del verbo exire, ex - ire: ir fuera). Por eso, en el idioma inglés, la palabra “exit” se coloca para indicar la puerta que conduce al exterior.

Muchos libros de autoayuda se han escrito sobre esta temática. Por ejemplo, Napoleón Hill escribió La filosofía del éxito; o David J. Schwartz: La magia de pensar en grande.

La mayoría de los manuales se centran en obtener un resultado económico, alcanzar la fama, obtener un empleo en la cumbre, ser popular, aceptado y reconocido, gozar de estabilidad material o ser premiado con los más altos diplomas, honores o distinciones.

Sin embargo, debemos tener presente, como precisó Tommy Newberry, otro famoso coach, que: “El éxito no es una casualidad y no se basa en la suerte”. Definitivamente, así aconsejó el Centro Internacional sobre el Envejecimiento: “El éxito siempre viene precedido de preocuparse más de lo que otros consideran sabio, de arriesgarse más de lo que otros piensan que es seguro, de soñar más de lo que otros creen que es práctico, de esperar más de lo que otros suponen que es posible, y de esforzarse más de lo que otros consideran necesario”.

Por tanto, no persigamos el éxito, mejor actuemos de tal forma que el éxito sea el que nos persiga a nosotros.

¿Trabajo y me disciplino en consecuencia?