Peso debajo de 19

Guillermo Calles
14 enero 2019

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Iniciamos ayer la semana con datos de debilitamiento en los indicadores comerciales de China, lo que seguramente repercutirá en su capacidad de negociación con la unión americana. Como podemos recordar, este asunto mueve en gran medida, directa o indirectamente, la mayoría de los indicadores financieros del resto del mundo.
Los datos más recientes mostraron cifras peores a lo previsto. La caída del 7.6 por ciento en las importaciones, la peor lectura desde 2016, sugiere que hay una caída en la demanda interna del país, mientras que las exportaciones cayeron un 4.4 por ciento en diciembre con respecto al año anterior por la disputa comercial con Estados Unidos. El viceprimer ministro chino, Liu He, está preparando una visita a Washington a finales de este mes, en un nuevo esfuerzo por terminar con el enfrentamiento entre las dos mayores economías del mundo. Así, este lunes el grueso de las bolsas de valores cerró a la baja.
Uno de los principales elementos que genera incertidumbre es la tensión por el cierre de gobierno en Estados Unidos, el cual ya se convirtió en el más largo de la historia al sumar hasta ayer 24 días. En Estados Unidos, el Congreso y el Presidente Donald Trump no pueden llegar a un acuerdo con el que puedan reabrir el gobierno, ya que el Mandatario no cederá a algún plan presupuestal que no incluya fondos para la construcción del muro en la frontera con México.
Incluso, senadores del Partido Republicano han instado al Presidente Trump que reabra el gobierno por un tiempo limitado y así poder entablar conversaciones y llegar a un acuerdo presupuestal que incluya las demandas del Mandatario. Todavía no hay un final a la vista para este cierre parcial. Si bien la congelación de fondos federales solo ha afectado a algunas partes del gobierno, el persistente bloqueo está comenzando a preocupar a los analistas, que consideran que podría poner en peligro el crecimiento. Un punto candente es el transporte aéreo, por la falta de pago de los trabajadores del TSA y los retrasos que ello genera en los viajes.
En México, este lunes las bolsas cayeron por segundo días consecutivo, pues se contagió del sentimiento de aversión al riesgo que se observó en los mercados de renta variable de todo el mundo, ante la preocupación de un menor dinamismo económico a nivel global. Como recién señalamos, los inversionistas adoptaron un sentimiento de cautela luego de que las cifras de la balanza comercial de China mostraron un mayor deterioro al esperado, lo que incrementó las especulaciones respecto a que la guerra comercial entre Pekín y Washington ya está teniendo repercusiones en el crecimiento económico.
En asuntos energéticos, los precios del petróleo cayeron ayer por segundo día seguido, ante los temores de que la economía global se está desacelerando. Y es que el recelo de que la demanda mundial de crudo podría estar en la cuerda floja se avivó, luego que las exportaciones China en diciembre fueron las más bajas en dos años, mientras que las importaciones se contrajeron, de acuerdo con cifras oficiales de aduanas de ese país. Así, el precio del barril de petróleo estadounidense, West Texas Intermediate, bajó 84 centavos para colocarse en 50.75 dólares, mientras que el crudo europeo, Brent del Mar del Norte, perdió 1.27 dólares para cotizarse en 59.24 dólares por barril.
Pasando a temas cambiarios, la moneda mexicana concluyó el día de ayer con una ganancia sustantiva, dado que el menor dinamismo de la economía mundial pudiera llevar a la Reserva Federal a pausar su ciclo de alzas de su tasa de interés en la economía de nuestro vecino país del norte. De acuerdo a los registros de Banco de México, la moneda local cerró en el mercado interbancario con una ganancia de poco más de 15 centavos respecto al cierre previo, al establecerse en 18.98 unidades por dólar, su nivel más bajo desde el pasado 17 de octubre.
Por séptima jornada consecutiva la moneda nacional operó en terreno positivo, su mejor racha en poco más de seis meses, gracias a que creció la idea de que la economía global podría registrar un menor crecimiento, algo que afectaría a la economía de Estados Unidos y, por ende, reduciría hipotéticamente la presión de alza en tasas yanquis. De esta forma es que la autoridad monetaria estadounidense pudiera frenar su ciclo de endurecimiento monetario, por lo que el atractivo de los activos mexicanos subió ante los ojos de los inversionistas. Sigamos atentos. Nos vemos el próximo martes.
gcalles@itesm.mx