Política del secreto

24 abril 2018

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Editorial

La noticia era una de las más esperadas en los últimos meses: “hace unos momentos detuvieron al presunto responsable del homicidio del periodista Javier Valdez”.

El texto es parte del tuit enviado por Alfonso Navarrete Prida, Secretario de Gobernación, donde felicita a la PGR, a la Policía Federal y a la Comisión Nacional de Seguridad del arresto del presunto asesino.

Y nada más, hasta ayer por la noche, esa escueta información recorrió las redes y se encaramó en los servicios noticiosos de prácticamente todo México y algunos medios internacionales.

Al interior del Gobierno del Estado de Sinaloa confirmaron la noticia pero se negaron a comentar más, argumentando que poseían la misma información que el resto del mundo, la emitida por Navarrete Prida.

Independientemente del tiempo que nos tome enterarnos de los detalles del arresto y la identidad de el o los criminales involucrados en el asesinato del periodista sinaloense, la noticia es oxígeno puro en el ambiente de la administración de la justicia mexicana.

El presunto arresto se da a unos días de que se cumpliera un año de aquel 15 de mayo de 2017, cuando uno de los periodistas más queridos de Sinaloa cayó abatido a balazos en las calles de Culiacán, sin que hasta el momento las autoridades dieran a conocer los avances de la investigación.

El silencio de las autoridades ha provocado decenas de protestas, marchas, reclamos y cientos de editoriales, y parece que el “secretismo” seguirá siendo la norma.

Esperemos que de una vez por todas nuestras autoridades salgan a explicar los detalles del arresto y sobre todo, las causas que habrían producido uno de los asesinatos más sentidos en el gremio de los periodistas.