Presidente poderoso y peligroso

14 julio 2018

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Fernando A. Orrantia

Seguramente tendremos un sexenio complicado, peligroso y difícil, porque el nuevo Presidente tendrá la posibilidad de hacer uso de facultades constitucionales que no ha tenido ninguno de los presidentes que hemos tenido en los últimos 70 años. La importante votación obtenida por AMLO le permitirá tener un Poder Legislativo que puede ser muy complaciente y por ello, le puede aceptar cambios legislativos y aprobar nuevas leyes que ningún Presidente nuestro ha tenido en los últimos 70 años. Por supuesto, será necesario que las dos cámaras del Congreso le otorguen lo que AMLO solicite, pero sin duda eso supone la posibilidad de lograr cambios legislativos importantes. Las facilidades que los presidentes del PRI tuvieron durante muchos sexenios estarán en las manos de AMLO y además, cuando menos en los próximos tres años, podemos suponer que los legisladores aprobarán prácticamente todo lo que AMLO les solicite, dentro de ciertos límites que no conocemos.
 
La escuela del PRI con legisladores complacientes nos indica lo que puede ocurrir en los próximos años en el período de gobierno de AMLO. Los pesimistas podemos equivocarnos, pero esa posibilidad no es remota, si tomamos en cuenta la tendencia siempre dócil de los legisladores del PRI, que probablemente sea imitada por los nuevos legisladores de MORENA, el partido político de AMLO. Por otra parte, la escolaridad de los mexicanos es muy diferente a la que existía en la época del PRI sin límites, por lo que será necesario que los medios de comunicación y sobre todo los dirigentes empresariales y los grupos de ciudadanos críticos y con ideas democráticas participen activamente en la vigilancia y la crítica de los legisladores y funcionarios dependientes de AMLO.
 
Gobernar es ordenar y gastar, pero también es buscar el bien común de los ciudadanos y de los grupos de empresarios, educadores, trabajadores, críticos y sobre todo, de ciudadanos interesados en mejorar la relación de los gobernantes y los gobernados, con mejores medios de comunicación y mejores servicios públicos al servicio de los ciudadanos. Los críticos de la administración pública, tanto de la federal como de la estatal y la municipal, aportan una acción importante para el perfeccionamiento de la relación gobernantes y gobernados. Los genios que buscan servirse a sí mismos cuando se ejerce la función de gobernar olvidan con frecuencia que los ciudadanos son críticos, rechazan a los malos gobernantes y apoyan a los que sirven a sus comunidades. Es importante recordar frecuentemente a los gobernantes que son servidores de los ciudadanos y que se espera un desempeño honrado, bien intencionado y con resultados positivos. Por eso reciben una compensación económica y se les confiere la ayuda de los encargados de guardar el orden público.
 
Generalmente los iluminados o personas que estiman que hacen un favor a los ciudadanos participando en la administración pública, producen pobres resultados. Los mejores gobernantes son las personas que saben que su labor es mejorar la convivencia de gobernantes y gobernados. Debe evitarse el abuso del poder y recordar siempre que un ciudadano funcionarios públicos que realiza su trabajo con cuidado y esfuerzo, recibirá de los ciudadanos gobernados el reconocimiento de su positiva labor y por ello, la complacencia de los gobernados. La principal queja de los ciudadanos en las campañas electorales de los candidatos en la última elección, era precisamente la falta de honestidad, lo que significa que quien hace mal uso de un cargo público no recibe la sanción que le corresponde. El abuso del poder es un insulto a los ciudadanos.
 
AMLO buscó ser Presidente de la República durante 18 años. Ahora lo logró y los ciudadanos esperamos su mejor esfuerzo por evitar la corrupción y mejorar los servicios de la administración pública federal. Pronto sabremos si cumple su propósito.