Sarcasmos

Guillermo Fárber
23 octubre 2019

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gfarber1948@gmail.com

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La tierra no es una herencia de nuestros padres sino un préstamo de nuestros hijos.

 

Deuda
“La montaña que debemos es dinero que nos debemos a nosotros mismos”. Eso dice el mega tarado Paul Krugman, implicando que la deuda no es problema. Pero cada dólar de deuda para unos, es un dólar en “activos” para otros. Lo que “dejas de pagar” de un lado, es para otros “dejar de tener”. En conjunto puedes quedar empatado en el saldo (lo que ni siquiera es exacto), pero arruinas a los ahorradores en el proceso (vía intereses negativos), beneficias a los deudores y causas un tsunami general en la economía. Esta es otra de las idioteces que fundamentan la locura keynesiana que es el sistema financiero mundial basado en el delirante dinero fíat, que está tronando hoy. ¿Pero qué otra cosa se podía esperar de quien es un tonto probado que presume un galardón inexistente?

 

Sí es problema
“La deuda total de EU es más que el PIB de todos los países del mundo combinados. La deuda externa e interna de EU es astronómica. En 2014, era de $222 anglotrillones. Ahora, la deuda es de $400 anglotrillones, 20 veces el PIB del país. AB Bernstein, una firma mundial con sede en Wall Street, calculó estas cifras, incluyendo no solo los niveles tradicionales de deuda pública, sino también la deuda financiera, así como las obligaciones futuras para los programas de entitlements (seguridad social, Medicare, pensiones, etc)”. https://financearmageddon.blogspot.com/2019/10/america-empire-drowning-in-debt-total.html

 

Dinero y control
“Si observamos la conducta de masas en países relativamente avanzados, vemos que la situación política es verdaderamente insostenible. El desorden social en el mundo occidental, cuando menos, es total. La forma más eficiente para imponer orden absoluto, es la esclavización de las masas, por medio del dinero virtual, electrónico. Sólo así se impondrá orden: por medio de la esclavitud generalizada. Triste decirlo. Por otra parte, el dinero real, verdadero, de oro y/o de plata, también impondría orden. El desorden actual tiene su raíz en la falta de dinero real en el mundo. No es imperativa la esclavización total. Con dinero real, el individuo se controla a sí mismo. Vuelve a reinar la paz”.

 

Una verdad incómoda
“Es insostenible continuar creyendo en nuestro sistema de búsqueda de ganancias desbocada, irresponsable y quebrantadora de la ley. Nuestra lógica actual creó este desastre y operar de la misma manera no nos sacará en lo ambiental. Te hablo como un ser humano, una mujer cuyos sueños de maternidad ahora tienen un sabor agridulce por lo que sé sobre el futuro de nuestros hijos: que nuestras acciones son responsables de enfocar sus posibilidades más graves sobre el ambiente”. ¡Cuántas verdades de a puño! ¡Qué valentía de mujer! Lástima que para pergeñar ese rolllo de afirmaciones en 14 minutos Alexandria Ocasio-Cortez haya optado por hacer un viaje ultra-súper-archi contaminante en jet desde Nueva York hasta Dinamarca (8 horas de mega polución, un viajecito de varios miles de dólares). Cuando, si realmente le preocupara el asunto y quisiera minimizar el daño ambiental, doña Alejandra podía perfectamente usar la tecnología, hacer una video llamada y soltar su rollo. Pero así son estos apóstoles: haz lo que yo digo, no lo que yo hago, que la ley del embudo se aplica a rajatabla: la parte estrecha para ustedes, tristes deplorables de a pie, y la parte ancha para nosotros los sacrificados elitistas.

 

Ruidosos
Caminaba un día con mi padre por el campo cuando de pronto me preguntó: “Además del canto de los pájaros ¿oyes algo?” “Sí”, le contesté, “el ruido de una carreta”. “Muy bien”, me dijo. “Y está vacía”. “¿Vacía? ¿Cómo lo sabes, si no la hemos visto?” “Muy fácil, por el ruido. Cuanto más vacía está, mayor es el ruido que hace”. Desde entonces, cuando veo a alguien hablando demasiado, interrumpiendo, siendo inoportuno, alabándose de lo que tiene y menospreciando a otros, me parece oír la voz de mi padre: “Cuanto más vacía está la carreta, mayor es el ruido que hace”.