Sensación de agobio

Rodolfo Díaz Fonseca
14 septiembre 2021

Como producto de la crisis provocada por esta pandemia, es normal encontrar personas que se encuentran sumamente agobiadas, deprimidas y estresadas.

Esta situación desemboca en incomprensión, soledad, frustración y un profundo sin sentido por la vida. La expresión corporal de muchas personas nos hace recordar la canción Fotografía, de Óscar Athié, cuyo estribillo decía: “Flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones”.

El verbo agobiar proviene del latín (aunque algunos autores lo hacen derivar también del árabe) y significa que alguien carga con el peso de una giba, joroba o corcova. La joroba implica molestia, fatiga, cansancio y deformidad.

Normalmente, no es agradable el aspecto de un jorobado; o, al menos, a ninguno nos gustaría estarlo. Sin embargo, en ocasiones también se llegó a decir que tocar la giba de un jorobado era señal de buena suerte.

Detrás de la deformidad de una persona se puede encontrar un enorme corazón, como inmortalizó Víctor Hugo a Quasimodo, en la novela El Jorobado de Nuestra Señora de París, quien se enamoró de una gitana llamada Esmeralda y la protegió en el interior de la iglesia.

Otra joroba famosa es la que interpreta Canio en la ópera Pagliacci (Payasos), cuando canta la famosa aria Vesti la giubba (vístete con la joroba) enfundándose en el disfraz para hacer reír al público, aunque no tuviera ganas ni motivos para hacerlo pues se enteró de la infidelidad de Nedda, su esposa.

El drama alcanzó su clímax cuando, en plena función, Canio reclamó la infidelidad a Nedda, quien encubría a Silvio, su amante. El público gozó de lo que creía una prodigiosa y verista representación, la cual culminó cuando Canio apuñaló a Nedda y a su amante. La frase final lo dice todo: “La commedia é finita” (la comedia ha terminado).

¿Me siento agobiado?