Solidaridad sinaloense

Rodolfo Díaz Fonseca
22 septiembre 2018

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Antes de comenzar la temática de esta columna, nos permitimos manifestar nuestra solidaridad hacia todos los afectados por las intensas lluvias que se abatieron en el norte y centro de Sinaloa. Lamentamos, de manera especial, la pérdida de vidas humanas y expresamos nuestra solidaridad a sus familiares y amigos que se encuentran postrados y abatidos por el dolor.
 
De igual forma, manifestamos nuestra solidaridad con todas aquellas familias y personas que sufrieron afectación en su vivienda, vehículo, mobiliario, enseres, alimentos, medicinas, vestido y patrimonio, en general.
 
A la vez, aplaudimos la prontitud de respuesta, férrea voluntad e indomable resiliencia de los sinaloenses. La rápida solidaridad mostrada por personas, grupos, empresas, iglesias, comunidades y todo tipo de organismos que se sumaron para brindar apoyo a los afectados con centros de acopio, víveres, ropa, agua, limpieza, asesoría legal y otras instancias. Esta respuesta nos debe llenar de satisfacción. El temple, generosidad y empuje de los sinaloenses permanece muy en alto. ¡Sinaloa sigue de pie!
 
Las autoridades tardaron demasiado en reaccionar ante la presencia de las lluvias, como lo hicieron notar varios especialistas en la materia y lo percibió evidentemente la población. La primera medida preventiva consiste en informar y alertar. Los habitantes estaban pendientes de cualquier declaración, pero ésta nunca llegó. Cuando reaccionaron las autoridades era muy tarde, los alumnos ya estaban en las escuelas y las lluvias habían causado innumerables inundaciones, estragos y destrozos. Esperemos que esa omisión se vea ampliamente superada con la pronta respuesta y resolución de las autoridades, aunque, por desgracia, algunos daños ya no son recuperables.
 
 
Periodismo de calidad
 
En el artículo reproducido la semana anterior, tomado de la revista Semana, de Colombia, se insistió en la necesidad que tienen los medios de comunicación de generar ingresos, a través de un contenido de calidad y el tratamiento profesional de las noticias que justifiquen y avalen el cobro a sus suscriptores.
 
Al celebrar el 45 aniversario de fundación de Noroeste, el director general, Adrián López Ortiz, refrendó este compromiso ante lectores y anunciantes, de acuerdo a una nota publicada el sábado 8 de septiembre en la portada principal del ejemplar de la edición de Culiacán.
“Son tiempos rudos para hacer periodismo, son tiempos difíciles desde el punto de vista de todo el asunto digital”, expresó.
 
“Para empezar Facebook no es un medio de comunicación, Google no es un medio de comunicación, y el contenido serio, el contenido profesional, el contenido crítico, no solamente cuesta desde el punto de vista económico, es particularmente difícil de hacer.
 
“Es muy importante lo sigamos haciendo con profesionalismo, y para seguir haciéndolo con profesionalismo tenemos que convencer a nuestros lectores, tenemos que convencer a nuestros anunciantes, que vale la pena seguir invirtiendo en tener periodismo independiente.
“Creemos que es importante que alguien investigue la corrupción que sucede en el estado, que alguien esté cerca de los temas ecológicos, que esté cerca de la transparencia y rendición de cuentas.
 
“Señaló que este apoyo de los lectores es lo que permite brindar contenido de calidad, y esa independencia es la que permite también a Noroeste realizar su periodismo de investigación, el cual, al identificar actos de corrupción, los hace públicos”.
 
 
¿Cómo valorar la                      
calidad informativa?
La calidad informativa es el criterio con que se debe evaluar el aporte del medio de comunicación. Pero, ¿cómo se valora esta calidad informativa, tanto en medios impresos y, sobre todo, digitales?
 
Comunicar, que es una Revista Científica de Educomunicación, publicó en su No. 49, v. XXIV, 2016, un artículo titulado "Dimensiones e indicadores de la calidad informativa en los medios digitales, elaborado por el Dr. Luis M. Romero-Rodríguez, Profesor Internacional de la Universidad Santiago de Cali, Colombia; Patricia de-Casas-Moreno, Doctoranda en Comunicación por la Universidad de Huelva, España, y Ángel Torres-Toukoumidis, Doctorando en estancia internacional en la Universidad de Gotemburgo, Suecia.
 
Reproduciremos algunos puntos de esta publicación:
“Este escenario informativo, imperado por la inmediatez en un ecosistema que no necesariamente cuenta con un proceso de verificación editorial, puede decaer en la superficialidad, imprecisión y hasta en infoxicación y desinformación”.
 
Citando a varios investigadores, expusieron las siguientes dimensiones básicas para determinar la calidad informativa: "1) Diversidad (de puntos de vista y de fuentes); 2) Relevancia (en términos de la utilidad de las informaciones para la toma de decisiones); 3) Exactitud (de la información con respecto a los acontecimientos); 4) Comprensibilidad (en función que debe ser entendible para las audiencias); 5) Imparcialidad (para garantizar una cobertura informativa neutral y balanceada); 6) Ética (respetar los derechos fundamentales de las personas y mantener actitudes morales).
 
“Comprobar cuidadosamente los hechos (4.7); Separar el contenido editorial del publicitario (4.6); Identificación completa de las fuentes (4.5); Evitar el uso de seudónimos de los periodistas 4.4); No manipular imágenes o declaraciones (4.4) Pluralidad de opiniones (4.4); Comprensibilidad de las informaciones (4.2); Transparencia, (4.1); Separar hechos de opiniones (4.1); Objetividad (3.9); Protección de la privacidad (3.8); Clasificación de las noticias por su importancia (3.7); Separar información de entretenimiento (3.5); Solo publicar informaciones con valores informativos (3.0); Publicar rápidamente 2.9); Responder las solicitudes de las audiencias (2.4); Entretener a la audiencia (2.2)”.
 
 
Contenido de calidad             
de Noroeste
Con las anteriores dimensiones, el suscriptor y lector de Noroeste tiene bastante material para valorar su calidad informativa. Este defensor del lector atiende varias quejas y reclamos por faltas de ortografía y otras inconsistencias que pueden parecer menores con respecto a enfoques de las notas, coberturas informativas u omisión de algún tema relevante. Sin embargo, habrá que reconocer que hasta en esas nimiedades debe seguirse la recomendación de Joseph Pulitzer: “Precisión, precisión, precisión”.
 
Por ejemplo, en el cuerpo de la nota del 45 Aniversario de Noroeste, a la que se aludió anteriormente, se escribió correctamente el cargo de Adrián López Ortiz, director general. Sin embargo, en el pie de foto se escribió: Adrián López Ortiz, director ejecutivo de Noroeste, en convivio con personal de la empresa”.
 
Se antoja imposible que no se cuide una nota propia, sobre todo cuando se trata del director general y del evento de aniversario.
 
Otro ejemplo, en la columna del 8 de julio señalé el 24 de junio se publicó el número de edición 16,607 y el lunes 25 el número 166, 078. Indiqué que el jueves 5 de julio se corrigió como 16, 618.
 
Sin embargo, se ha descuidado otra vez esta contabilidad, pues ayer se publicó el número 16,696, pero según esa contabilidad correspondería la edición 16,698.
 
Por otra parte, el sábado 8 de septiembre debió publicarse Año XLVI, pero todavía se sigue publicando Año XLV. El 8 de septiembre de 2017 sí se hizo el cambio correspondiente a Año XLV. Empero, el número de edición era 16,635 y ayer, 22 de septiembre, fue 16,696. Es decir, que en un año de publicación solamente aumentó 61 números la edición.
 
Todos estos datos también son indicativos de contenido de calidad.
 
Agradezco sus comentarios, quejas, dudas, críticas y sugerencias.
defensordellector@noroeste.com
rfonseca@noroeste.com