Sólido

Lorenzo Q. Terán
03 agosto 2022

La ciudadanía de este País espera mejores tiempos de continuar la actual política en bien de la población. En breve empezará a dar frutos el denodado esfuerzo desplegado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, por detonar el desarrollo en México. Al término de su mandato va a dejar un legado histórico, con la construcción de algunas megaobras, sin recurrir a aumentar la deuda externa. Este es un hecho inusitado, algo que no había sucedido en el País en toda su historia contemporánea. El pueblo tendrá al actual Presidente como un buen gobernante.

Los ciudadanos valoran lo que se construye en su beneficio. Si algo caracteriza a este pueblo es su agradecimiento a los que trabajan porque cambien sus condiciones de vida, a quienes tratan de enderezar entuertos y aliviarle al pueblo las desventuras propiciadas por los gobiernos del pasado, que se sirvieron con la cuchara grande, sin importarles el destino de los desposeídos.

Hoy las cosas han cambiado. Innegablemente, el Presidente de la República ha diseñado programas especiales para ayudar a adultos mayores, a estudiantes de bajos recursos, a jóvenes que buscan ingresar al mercado laboral, es decir a sectores que en el pasado eran ignorados. Ante la problemática social, los gobernantes aplicaban la actitud del avestruz. Los ciudadanos en la actualidad se muestran contentos y conscientes de que cuentan con un gobernante que comprende sus problemas y busca, por todos los medios, resolver sus penurias y proveerlos de bienestar junto a sus familias.

Lo anterior está demostrado con hechos que la ciudadanía viene corroborando en su actividad cotidiana; no se trata de palabras, sino de cosas tangibles, de programas sociales que llegan directamente a las manos de los más necesitados, sin intermediarios de ningún tipo.

Estamos hablando de la relación del actual régimen con los núcleos más vulnerables. El gobierno de la cuarta transformación apoya a los desposeídos con hechos ciertos, eso es lo que cuenta. Los ciudadanos tienen una actitud de franca reciprocidad, apoyando con entusiasmo la política del Presidente López Obrador, sobre todo en lo que respecta a su política social y al combate a la pobreza y la corrupción. Como dice la gente: amor con amor se paga.

Está comprobado que los sectores más pobres son agradecidos, nunca olvidan a quien les tiende la mano para sacarlos de su difícil situación, son además muy responsables con las instituciones y funcionarios de Gobierno que los ayudan a alcanzar una vida mejor. Los pobres son leales con quienes ven como sus aliados, con aquellos que contribuyen a superar su situación, jamás traicionan a sus benefactores.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador cuenta con un apoyo social sólido e inamovible por parte de los pobres, que no hay que olvidar son legión en nuestro País. Esto es lo que le da fortaleza para impulsar, con inusitado ahínco, las megaobras que se construyen en el territorio nacional. El Presidente va a terminar su sexenio a tambor batiente, con el entusiasmo del primer día de su gobierno. Va a ser difícil para quien lo sustituya desarrollar su mismo tren de trabajo. El Presidente Andrés Manuel López Obrador es un caso único, tanto en la política y como gobernante, va a dejar en la ciudadanía un imborrable recuerdo histórico y un legado a continuar una vez que termine su mandato constitucional.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador se va en septiembre del 2024, dejando una obra social y material difícil de superar por su sustituto, mujer u hombre. Los ciudadanos están conscientes de la enorme carga para el futuro gobernante que remplace al Presidente. A los ciudadanos no les va a agradar que disminuya el dinamismo de trabajo a que los ha acostumbrado el actual Mandatario. Habrá, a partir de fines del 2024, con el nuevo inquilino del Palacio Nacional, un nuevo estilo de gobernar, pero una continuidad en cuanto a la realización del programa de regeneración nacional.

En este país, los ciudadanos están plenamente convencidos que se ha dado un salto adelante, que en el actual sexenio la cuarta transformación comienza a dar sus frutos, se augura que de seguir en esa línea logrará mantenerse en el poder por largo tiempo, cuenta el apoyo de las masas populares.