También funciona al revés

David Cristóbal Álvarez Bernal
10 octubre 2023

La mayoría de nosotros sabemos que los padres están obligados a proporcionar alimentos a sus hijos, entendiéndose por esto no solo los alimentos propiamente dichos, sino protección a la salud, casa y ropa.

Sin embargo, lo que no todos sabemos, es que los hijos también están obligados a proporcionar alimentos a sus padres e incluso los nietos a los abuelos, cuando padres y abuelos se encuentren en un estado de necesidad de recibirlos.

La regla general para fijar los alimentos de hijos a padres o de nietos a abuelos, es la misma que de padres a hijos, es decir, su monto va a depender de las posibilidades de quien está obligado a pagar alimentos y de las necesidades de quien debe recibirlos.

En los tribunales es poco común ver demandas de alimentos de padres contra hijos o de abuelos contra nietos, pero sí se han dado y con éxito.

Si usted es un padre, madre, abuelo o abuela que ya no puede valerse por sí mismo y no tiene recursos económicos suficientes para subsistir y tiene hijos o nietos que se puedan hacer cargo de usted y no quieren hacerlo, puede demandarlos para que le paguen alimentos.

Así como en la infancia los humanos nos encontramos en un estado de vulnerabilidad que amerita que nuestros padres se hagan cargo de nosotros (lo que por desgracia a veces no sucede), en la tercera edad los humanos también llegamos a enfrentar un estado de vulnerabilidad y requerimos apoyo de quienes, por ley, están obligados a ayudarnos.

Ante la falta de cumplimiento del deber moral de que los hijos y nietos apoyen a sus padres y abuelos, la ley les impone el deber de hacerse cargo de ellos.

Si ese deber es violado, los tribunales familiares tienen competencia legal para conocer de las demandas de alimentos y este tipo de juicios es, relativamente hablando, bastante sencillo.

Ojalá que usted no se encuentre en un estado de necesidad en donde sus hijos y nietos lo hayan abandonado a su suerte, pero de ser así, no se angustie, tome acción y, si no tiene dinero, no se preocupe, acuda a los defensores públicos familiares que son gratuitos para que lo ayuden a presentar su demanda y lo acompañen durante el juicio.