Turbulencias en Fiscalía Anticorrupción
Entre dudas se va Avilés y llega Álvarez

Alejandro Sicairos
06 julio 2023

Así como generó suspicacias el retiro de la Fiscal Anticorrupción, Nereida Avilés Aceves, el mismo día que se judicializó la carpeta de investigación contra funcionarios de la Universidad Autónoma por presuntos actos de ejercicio indebido del servicio público, todo indica que también generará inconformidad la designación del sustituto, Marco Antonio Álvarez Armenta, por su escasa trayectoria en el ámbito que se le asigna, ampliándose el bucle de complicación en el momento en que más sólida se requiere la institución ministerial contra delitos que afectan el patrimonio social.

A botepronto y a reserva de que la Fiscal General Sara Bruna Quiñónez Estrada fundamente los méritos del nombramiento de Álvarez Armenta pareciera un movimiento planeado sobre las rodillas por la prisa de resolver la vacante y atajar la conjetura de la debilidad institucional en la lucha anticorrupción. Realmente las organizaciones civiles de fomento de la transparencia y la honestidad esperaban que el vacío que dejó Avilés Aceves fuera ocupado por un figurón de dicha área tan fundamental en estos tiempos.

Aún no cesa la tormenta de interpretaciones que sobrevino después de que Nereida Avilés decidió retirarse de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, cuando amenazan con venirse tolvaneras de impugnación contra quien la suple en el cargo, escenario inmejorable para los indiciados en casos de alto impacto que han sido llevados ante el Poder Judicial debido a posibles manejos irregulares de los erarios.

Lo opinión pública se ocupaba en determinar por qué año y medio después de ser nombrada en el puesto, Avilés decidió retirarse acudiendo a un supuesto beneficio de jubilación anticipada que bien puede ser la razón real, sin embargo, lo que inquieta es que haya ocurrido horas después de que la FGE le solicitó a un Juez de Control que citara a directivos de la UAS a audiencia para formularles los cargos que se les imputan.

Se trata de la judicialización de la investigación que realizó la Unidad de Investigación Patrimonial y Económica y concluyó en la determinación de presuntas responsabilidades por delitos en contra del servicio públicos para el Rector Jesús Madueña Molina, el ex Rector Juan Eulogio Guerra Liera, y Soila Maribel Gaxiola Camacho, Jorge Pérez Rubio, Óscar Orlando Guadrón, Norma Alicia Aguilar Navarro, Ismael García Castro, Manuel de Jesús Lara Salazar y Salvador Pérez Martínez, integrantes del Comité de Compras de la UAS.

La elucubración consuetudinaria le da otras interpretaciones al súbito retiro de la Fiscal Avilés Aceves y en una de ellas considera que se agotó al tener a su cargo la estructuración de expedientes contra “peces gordos” de la corrupción como son los casos de los ex alcaldes Jesús Estrada Ferreiro, de Culiacán, y Luis Guillermo Benítez Torres, de Mazatlán, así como llegar al punto de presentar el caso UAS ante el Poder Judicial. ¿Pero no había mejor fecha para mostrar tal extenuación que el lunes 3 de julio cuando una de las carpetas de investigación realizada bajo su supervisión llegaba a la etapa culminante de la judicialización?

Era la Fiscal más relevante para ese momento y por lo tanto la retirada se le atribuye también a diferencias con la titular de la FGE, Sara Bruna Quiñónez, y que en realidad llegó a la consideración que ya no tenía cabida en la institución del Ministerio Público. Otra suposición señala que desde antes se había desentendido del caso UAS dejándole ese pesado paquete al resto de la estructura de la Fiscalía Anticorrupción. ¿Todo esto es lo que desata la versión oficial que sintetiza que el fondo de la dimisión es que Nereida Avilés prefiere dedicarse a su vida privada después de 23 años de servicio?

Los días que vienen se encargarán de descifrar tantos misterios sobre la desafortunada retirada de la ahora ex Fiscal Anticorrupción, aunque el tema espinoso que se posiciona encima de aquel asunto de por sí escabroso tiene que ver con la aptitud y la trayectoria de quien toma la estafeta. Lo que sabe del currículum de Álvarez Armenta es que ha sido capacitador del Tribunal Estatal Electoral de Sinaloa y Director de la Unidad Regional de Integración de Carpetas de Investigación.

¿Es el perfil que se necesita para darle continuidad a las carpetas de investigación abiertas contra posibles perpetradores de delitos de corrupción? Las instancias ciudadanas vigilantes de la transparencia y rendición de cuentas se crearon la alta expectativa de un proceso riguroso de selección para evitar la improvisación o las decisiones a contrarreloj en un área que es esencial para las administraciones públicas estatal y municipales que están ahora más que nunca bajo la lupa cívica.

Son demasiadas hipótesis y preguntas en el contexto que plantea la enorme interrogante de si las turbulencias en que está la Fiscalía Anticorrupción debilitan o fortalecen la criminalización de los fraudulentos manejos de recursos públicos.

Pues sí intriga la cuestión,

Que de la noche a la mañana,

La Fiscal Anticorrupción.

Dejara pudrir más la manzana.

Podría ser también la oportunidad para que la Fiscalía Anticorrupción con el nuevo titular se convirtiera en palanca dentro del Sistema Estatal y Municipal Anticorrupción de Sinaloa, para que ahora que se integran al Consejo de Participación Ciudadana las consejeras Raquel Zapién, Lucia Mimiaga y Rosy Jacobo, dándole un vuelco a esta estructura que es crucial en el abatimiento de las conductas ilícitas que afectan las finanzas públicas.

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