Un canto
por la paz
Hace 201 años, Beethoven culminó una de sus obras más impresionantes: la Novena Sinfonía, compuesta entre 1818 y 1824, cuando el genio musical se encontraba sordo. ¿Cómo fue capaz de componer esa obra magistral e innovar la tradición sinfónica al incorporar coro y solistas en el cuarto movimiento, conocido como Oda a la alegría, basado en el poema de Fiedrich Schiller?
En su Testamento de Heilligenstadt, escribió en 1803: “Ah, ¿cómo podría aceptar una enfermedad en el único de los sentidos que, en mi caso, debe ser más perfecto que los otros. Qué humillación la mía cuando alguien que está junto a mí oye una flauta en la distancia y yo no oigo nada”.
Beethoven innovó entre el clasicismo y romanticismo para componer una música vigorosa, dinámica, monumental, sublime y excelsa. La tradición dice que Mozart lo escuchó una sola vez interpretar al piano y comentó: “este joven algún día le dará al mundo de que hablar”.
La novena sinfonía es su obra cumbre y constituye un canto de esperanza en la humanidad. Falleció el 26 de marzo de 1827, tres años después de concluirla, inspirado en la grandeza del espíritu humano, como bien lo refleja el poema de Schiller.
El jueves 11, a las 18:00 horas, y el domingo 14, a las 12:30 horas, la OSSLA conducida por su director artístico, Alexandre Da Costa, ofrecerá esta sinfonía en el Teatro Pablo de Villavicencio, en concierto titulado “Un canto por la paz”, participando más de 100 artistas: Coro de Ópera de Sinaloa, Taller de Ópera de Sinaloa, Coro Universitario de la Facultad de Artes de la UAS, coreografía de Danza Joven Sinaloa y los solistas: José Manuel Chú, Marco Antonio Rodríguez, Oralia Castro y Perla Orrantia. Entrada 100 pesos.
¿Canto por la paz?