Un garbanzo de a libra
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@rodolfodiazf
La expresión garbanzo de a libra se utiliza para referirse a una persona especial, valiosa, que destaca. Se puede casi decir que es una persona única, porque cuenta con virtudes y cualidades que la hacen excepcional.
Marco Tulio Cicerón, quien nació en el año 106 y falleció en el 43 antes de Cristo, fue uno de estos garbanzos de a libra. Es más, el mismo apodo con que lo conocemos, Cicerón, significa garbanzo (cicer, en latín). De acuerdo a algunos autores, se le llamó Cicerón porque su familia se dedicaba a cultivar garbanzos, y según otros, porque él o un antepasado suyo tenían una gran verruga en la nariz, que parecía un garbanzo.
Cicerón fue un gran humanista que se preocupó por el cultivo integral del hombre. “La filosofía, dijo, es el cultivo de las facultades mentales. Desarraiga nuestros vicios y prepara el espíritu para recibir la semilla adecuada”.
Formar un hombre recto, responsable, incorruptible y totalmente íntegro constituyó su máxima divisa: “La honradez es siempre digna de elogio, aun cuando no reporte utilidad, ni recompensa, ni provecho”.
La educación, según Cicerón, era ingrediente fundamental para equilibrar el desarrollo del ser humano. Pugnó siempre por la libertad, pero con límites, pues una indiscriminada tolerancia conduciría la nave al puerto equivocado. “La libertad excesiva”, expresó, “conduce pronto a la esclavitud”.
La ponderación de las relaciones humanas también formó parte de sus afanes y preocupaciones: “No sé si con la excepción de la sabiduría, los dioses han otorgado al hombre alguna cosa mejor que la amistad”.
El valor que concedió a la sabiduría y a los libros fue permanente, al grado que señaló que un cuarto sin libros es como un cuerpo sin alma.
¿Soy garbanzo de a libra? ¿Estimulo la formación de más garbanzos?