Un hombre de su tiempo

El Centinela
20 febrero 2019

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Solemos pensar que las grandes empresas siempre han estado ahí, o que los empresarios que las hicieron las crearon de la nada, como si fuera un acto de magia.
Sin embargo, detrás de cada gran empresa existe la vida de un hombre o una mujer que lucharon para convertirla en realidad.
De esos hombres y mujeres rara vez tenemos la oportunidad de saber algo, el tiempo se lleva la historia de sus vidas.
Hoy tenemos la oportunidad de asomarnos a la vida de un hombre que marcó las vidas de muchos sinaloenses, de una ciudad entera: Jorge del Rincón Bernal.
Empresario, cuando crear una empresa era un sueño; político de oposición, cuando serlo era un acto de valentía pura; deportista, hombre de familia, religioso, y todo al mismo tiempo.
Jorge del Rincón, como era conocido, reunía las características necesarias para sacar adelante una empresa, casi cualquier empresa.
Levantó de la nada y con apenas un puñado de empleados una agencia de autos en 1969, formó parte de la oposición cuando serlo implicaba ir en contra del sistema.
Voluntarioso y firme en sus decisiones, desde los 23 años se sumó a las filas de la oposición, creciendo junto con el Partido Acción Nacional y convirtiéndose en su candidato a la Alcaldía de Culiacán en 1983, y movilizando a gran parte de la ciudad.
Murió sabiendo que aquella elección se la habían robado, pero se fue con muchas satisfacciones, como su triunfo en 1988 por una Diputación federal.
Fervoroso creyente, las campanas de los templos católicos lo despidieron ayer, como se despide a un compañero de lucha, de muchas luchas y muchos frentes.
Murió don Jorge del Rincón, y murió hablando de sus pasiones: el futbol y la política.
Atrás deja un México completamente diferente al que conoció de niño, en su lejana Guaymas, Sonora.
Y se fue sosteniendo sus creencias hasta el final, apoyando a un Acción Nacional en ruinas y tomado por extraños, reclamando espacios y una vuelta a los orígenes.
En su camino supo utilizar las ganancias de sus empresas para apoyar proyectos de educación para niños, uno de sus esfuerzos más notables y aplaudido por la sociedad sinaloense.
Uno de los hombres que hizo posible la fundación de Noroeste y un convencido de que la verdad nos hará libres.
Descanse en paz, don Jorge del Rincón, un hombre que fue muchos hombres.  
 
Y se enojan en los estacionamientos
Violatoria de derechos humanos, un retroceso al pasado, así fue calificada la iniciativa de ley de estacionamientos para regular este tipo de establecimientos.
José Valenzuela García, dirigente de la Asociación de Estacionamientos Privados con Servicio al Público del Estado de Sinaloa, bastante molesto, señaló que esto es un ataque directo a la libre empresa.
“El estacionamiento no es un servicio público que te tenga que dar el Estado, no está dentro de los servicios públicos que vienen en el artículo 115 constitucional: el Estado está obligado a darte servicios públicos tales como alumbrado público, seguridad pública, obra pública, agua potable y mercados, pero en ningún lugar aparece el servicio de estacionamiento como un servicio público”, aseguró.
Y de plano afecta directamente a los derechos humanos de los empresarios.
E hizo un llamado a los demás empresarios de todos los ramos.
“Que así como están atentando contra nosotros, el día de mañana les van a regular el café, les van a regular la carne, les van a regular el pollo, y esto lo único que hace es generar escasez de productos y servicios. Que pongan atención porque es algo muy serio”.
Que sea menos, mucha gente se queja de los estacionamientos que cobran lo que quieren y en los que no hay seguridad de nada para los automóviles, pero de eso a que el Gobierno decida desaparecerlos, tampoco. 
 
 
Y sigue la locura
La declaración del Alcalde Luis Guillermo “El Químico” Benítez Torres sobre la posibilidad de despedir a 40 trabajadores del Instituto de Cultura, Turismo y Artefue muy desafortunada.
Primero porque no se anuncia que se va a despedir a tanta gente con un argumento tan débil: “porque son flojos”. 
Y segundo porque está hablando de una institución que antes de que él llegara al puesto era una de las pocas que funcionaba con eficiencia dentro del Ayuntamiento.
El desastre que se vive dentro de la institución encargada de organizar la fiesta del Carnaval y la oferta cultural del puerto tiene más que ver con los cambios organizacionales que impuso a su llegada, que con la calidad del personal que labora en el instituto.
Además, al interior del instituto se comenta que la frase de “El Químico” ni siquiera es de su autoría, la escuchan de manera repetida de la directora artística, Linda Chang, una de las personas que llegó de la mano del Alcalde al instituto.
Los trabajadores temen que las intenciones de Chang no sean otras que echar fuera a los trabajadores para seguir trayendo al instituto personal afín a su persona.
A la directora artística le reconocen su capacidad de trabajo, pero le reprochan su perfil, alejado de las cuestiones verdaderamente artísticas y su llegada al poder, manchada por la sombra del nepotismo.
Por lo pronto, el Alcalde en lugar de proponer la concordia y la tranquilidad en un instituto marcado por los errores y el mal gusto, le echa más leña al fuego, provocando un clima que no abona a la cordialidad.
Que mejor atienda los reclamos de Elsa Bojórquez, su Síndica Procuradora, que ya investiga el derroche en el Instituto de Cultura y las denuncias por nepotismo.
Y si ya anda por esos rumbos, le recomendamos a la Síndica que investigue los precios de los carros alegóricos y las carrozas reales, porque nos informan que algunas de las creaciones alcanzaron un costo cercano al millón de pesos.

 

Un verdadero despropósito en tiempos de austeridad y de cuartas transformaciones.