Volver a empezar

Rodolfo Díaz Fonseca
06 abril 2021

Cada día se abre con la esperanza de escribir una nueva página de nuestra vida. Todos los días podemos comenzar de nuevo, aunque sintamos que no tenemos fuerza para lograrlo. Las cicatrices, caídas o tropiezos son peldaños que preparan nuestra ascensión. Federico Nietzsche afirmó: “Quien tiene un porqué para vivir puede soportar cualquier cómo”.

El tiempo litúrgico de la Pascua es idóneo para volver a empezar, porque es una etapa que nos recuerda que la esperanza no terminó en la cruz, sino que la transformó en diáfano tragaluz por donde se coló para siempre la vida.

Al celebrar la Pascua, el Papa Francisco señaló que a las temerosas mujeres se les anunció que fueran a Galilea: “¡No se asusten! Aquel al que buscan, Jesús, el de Nazaret, el crucificado, resucitó. Él irá delante de ustedes a Galilea y allí lo verán”.

Bergoglio precisó el significado de esa región: “Ir a Galilea significa, ante todo, empezar de nuevo... Es el lugar del primer encuentro y el lugar del primer amor... incluso de los escombros de nuestro corazón Dios puede construir una obra de arte, aun de los restos arruinados de nuestra humanidad Dios prepara una nueva historia”.

Puntualizó: “Ir a Galilea, en segundo lugar, significa recorrer nuevos caminos. Es moverse en la dirección opuesta al sepulcro. Las mujeres buscaban a Jesús en la tumba, es decir, iban a hacer memoria de lo que habían vivido con Él y que ahora habían perdido para siempre. Van a refugiarse en su tristeza”.

El Papa añadió: “Ir a Galilea significa, además, ir a los confines. Porque Galilea es el lugar más lejano, en esa región compleja y variopinta viven los que están más alejados de la pureza ritual de Jerusalén”.

¿Renuevo la esperanza en la Galilea de mi cotidianidad?